Los bancos europeos endurecen aún más la concesión de créditos
El sector financiero continuará cerrando el grifo en 2009, según el BCE - Los expertos auguran una mayor caída de la vivienda y de la inversión
El negocio de los bancos es, simple y llanamente, prestar dinero; lo demás es música de fondo. Pero los 18 largos meses de turbulencias financieras han puesto en entredicho -al menos temporalmente- ese principio que parecía inapelable. El Banco Central Europeo (BCE) se sumó ayer a la polémica sobre el papel del sector financiero en la crisis: los bancos de la zona euro siguen endureciendo las condiciones del crédito, según una encuesta del eurobanco a 112 entidades. Y lo peor, como empieza a ser habitual, está por venir. El sondeo augura aún más contracción de la actividad crediticia para los particulares y las empresas en el primer trimestre de 2009, tanto por el cierre del grifo por parte de la banca como por la caída de la demanda.
Dos de cada tres bancos encarecieron los préstamos a las empresas en 2008
Las restricciones impiden crecer donde la economía necesita financiación
Son malas noticias para una economía en recesión, con el consumo y la industria bajo mínimos en parte por ese empeoramiento de los préstamos. "El endurecimiento del crédito demuestra que ésta no es la clásica crisis financiera, el clásico credit crunch. Los bancos son a la vez los culpables y las víctimas de esta recesión: no hay oferta de crédito, pero tampoco demanda", aseguró ayer Charles Wyplosz, profesor de economía de Graduate Institute, en Ginebra.
En el último trimestre del año pasado, dos de cada tres bancos endurecieron las condiciones a la hora de prestar dinero a las empresas y casi la mitad de las entidades aplicaron condiciones más duras a los particulares. Y en algunos casos de forma muy notoria, a pesar de que los tipos de interés y el Euríbor no dejaron de bajar. En otras palabras: ni las multimillonarias ayudas públicas para el sector bancario ni las inyecciones masivas de liquidez por parte de los bancos centrales están reactivando la actividad crediticia, un lubricante fundamental para que la economía se desatasque.
Es el pez que se muerde la cola. Los bancos se escudan en que el frenazo se debe "al empeoramiento de las perspectivas económicas", según las conclusiones de la encuesta del BCE. A la vez, el horizonte económico se vuelve cada vez más sombrío porque esa falta de crédito impide a los particulares y empresas invertir y comprar bienes y servicios que requieren financiación bancaria. Esa carestía del crédito explica en parte el desplome en las ventas de coches, de electrodomésticos, de vivienda o de la maquinaria industrial que hay tras los miles de despidos que está dejando la crisis.
El informe constata que los malos resultados de la banca europea se traducen en mayores problemas para conseguir luz verde para un crédito. Lejos de detenerse, los bancos aseguran que a lo largo del primer trimestre de 2009 la situación será peor. Proseguirá esa tendencia, aunque de forma más suave, según el BCE.
Lo que empezó como una tormenta en EE UU con las ya famosas subprime -las hipotecas tóxicas- se ha convertido en la peor crisis financiera desde la Gran Depresión. El sector bancario sufre de lo lindo con decenas de quiebras, sonados planes de salvamento públicos, miles de despidos y un agujero que ronda ya el billón de euros entre pérdidas, depreciaciones de activos y provisiones para hacer frente a los numerosos problemas de una morosidad desatada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en economías como la estadounidense, la británica o la española.
Los expertos -y los datos- sugieren que la banca asumió demasiados riesgos, pero que ahora peca de prudente. La polémica se ha recrudecido en España en las últimas semanas, con las presiones del Gobierno ante la constatación de que los bancos han cerrado algo el grifo y la respuesta tanto de la patronal como a título individual de algunos banqueros. A medida que la crisis se profundiza, la banca española ha pasado de negar ese endurecimiento a verlo como algo lógico e "inevitable", afirmó el martes el presidente del Santander, Emilio Botín.
Los resultados de la encuesta "son lúgubres", advirtió Julian Callow, de Barclays. "La moraleja es claramente que el crédito va a seguir desacelerándose este año, lo que provocará una fuerte presión a la baja sobre el precio de la vivienda y contribuirá al colapso de la inversión empresarial", cerró Callow. "La restricción del crédito impide a la economía la posibilidad de crecer donde se necesita financiación. Pero es difícil que vuelva a la normalidad en breve tanto por los problemas derivados de la recesión como por las dificultades del sector financiero, que debe resolver sus propios apuros tras años de excesos", dijo Antonio Argandoña, del IESE.
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