Nadal premia a Federer
El tenista español propone al suizo para el Príncipe de Asturias de los Deportes
Lo suyo no es de este mundo. Su grandeza, para ser exactos. En la pista y fuera de ella, Rafa Nadal y Roger Federer se empeñan cada día en ser ejemplares. En el esfuerzo, en la rivalidad, en el ansia de superación, en la búsqueda de la perfección tenística y en otras cosas: en la caballerosidad, en el respeto mutuo. Después de otra final épica en el Abierto de Australia, el pasado domingo, Nadal se bajó ayer del avión en Palma de Mallorca después de 40 horas de viaje y lo anunció: propondrá a su colega, compañero y adversario Federer para el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2009. "Se merece este galardón", aseguró Nadal al aterrizar, informa Efe.
Él lo obtuvo en 2008 a sus 22 años y ya camino de convertirse en el mejor deportista español de la historia. Entonces subió solo a recogerlo, pero al número uno del tenis mundial le habría gustado compartir aquel momento con Federer, algo que se pensó en un primer momento y no pudo finalmente perfilarse. "Habría sido un honor", dijo entonces.
"Roger se lo merece", dice el amigo y rival deportivo que le hizo llorar en Australia
Ahora, Nadal presenta a su amigo a un premio que va ganando prestigio internacional. Su idea ha despertado el aplauso del mundo del deporte y de otros premiados con el mismo galardón. Inmediatamente después de conocer la noticia, Michael Schumacher, ex piloto de F-1, se unió a la iniciativa. Después lo hizo Fernando Alonso, que lo recibió en 2005, con una nota muy determinante: "Me uno con todo mi entusiasmo a la candidatura que ha presentado mi amigo Rafa Nadal para que le sea concedido el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2009 a Roger Federer, a quien admiro como deportista y como ser humano. Me hace mucha ilusión que Federer obtenga este galardón que yo tuve el honor de recibir en 2005".
La iniciativa de Nadal va a dejar pocas dudas a un jurado que se reúne en septiembre para anunciar su veredicto. Sería el quinto tenista que lo consiguiese después de Nadal y de otras dos grandes damas de las pistas como Martina Navratilova (1994) y Arantxa Sánchez Vicario y Steffi Graf, que lo recibieron conjuntamente en 1999.
Si Federer finalmente lograse el galardón, el príncipe Felipe se lo entregaría a finales de octubre. Para entonces, tanto Nadal como él se habrán visto las caras en algún otro de los tres torneos grandes que quedan este año: Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. Puede que Federer suba al escenario del teatro Campoamor con alguno más de los 13 títulos del Grand Slam que ha ganado hasta ahora. Poco le falta para superar a Pete Sampras como el que más copas de esta categoría ha conseguido en la historia. El estadounidense suma una más: 14. Federer lo tiene a su alcance, pero cada vez sufre más ante un azote llamado Nadal. De ahí, su tremendo drama el pasado domingo.
El anuncio de Nadal cobra un gran simbolismo. Sus gloriosas palabras en Australia fueron sinceras. "Lo siento", le dijo a su amigo ante los millones de espectadores de todo el mundo que les contemplaban mientras el suizo lloraba a lágrima viva y mostraba una impotencia que le honra aún más como campeón. "Nadal está acabando conmigo", había logrado articular Federer unos segundos antes. No pudo decir más.
El consuelo del número uno del mundo no se quedó en Melbourne. Ahora quiere rendirle un homenaje de gran campeón proponiéndole para un premio que engrandece así aún más su leyenda. En tiempos en los que está de moda sacarse las tripas, lo de estos dos grandes caballeros es más que un ejemplo. Es un golpe de generosidad magistral.
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