Montilla admite que no puede obligar a la banca a prestar, pero sí presionarla

Los dirigentes de las 10 cajas de ahorro catalanas aseguraron hace dos meses al presidente de la Generalitat, José Montilla, que se disponían a reabrir el grifo de los créditos tras comenzar a beneficiarse de las ayudas del Gobierno central. Pasado este tiempo, ningún indicador apunta a que el dinero haya comenzado a fluir, sino todo lo contrario. Ayer Montilla optó por recordar su incumplimiento a la banca. Eso sí, lo hizo utilizando un tono mucho más conciliador que el del ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien se ha embarcado en una espiral de reproches con la gran banca.

Montilla recordó ayer la "función social" de las cajas de ahorro para pedir a sus dirigentes que vuelvan a dar créditos a familias y empresas, pero también aseguró que la Generalitat poco puede hacer para forzar que se abra el grifo. "Se las puede presionar, pero no obligar", dijo sin diferenciar entre las cajas de fundación privada y las que son de fundación pública, dependientes de instituciones como las diputaciones provinciales.

Montilla quiso dar valor a esta declaración del Gobierno compareciendo personalmente ante la prensa tras la reunión semanal del Consell Executiu, un gesto que ha tenido en no más de cuatro ocasiones durante la presente legislatura.

Por la tarde, en el Parlament, el consejero de Economía, Antoni Castells, se manifestó en términos similares. En una comparecencia a petición propia, exhortó al sistema financiero a que "cumpla su función", que es garantizar el "riesgo sanguíneo" a la economía. Castells criticó a la banca por "sobrevalorar el riesgo" e insistió en que "hay empresas que están bien, saneadas, sin problemas estructurales, y que se encuentran en situación límite por el cierre del grifo del crédito".

El presidente Montilla recordó las medidas que ya ha emprendido el Gobierno catalán para atajar la crisis y presumió de haber sido "de los primeros" en admitir la gravedad de la situación. Mientras el Gobierno de Zapatero insistía ayer en que estamos ya en el peor momento de la crisis, Montilla fue ayer más pesimista y vino a decir que lo peor todavía está por llegar. "Los meses que vienen serán muy difíciles, los más difíciles en muchos años", afirmó.

No presentó ningún nuevo paquete de medidas. Castells y Montilla sí confirmaron la constitución, en las próximas semanas, de una nueva línea de avales del Instituto Catalán de Finanzas (ICF), dotada con 500 millones de euros, destinada a financiar el capital circulante de empresas con dificultades pero que presenten planes de viabilidad.

Tanto Montilla como Castells hicieron hincapié en que las que se han presentado hasta la fecha se están aplicando y el presidente aprovechó para criticar a la oposición (CiU y el PP) que haga "partidismo" con la crisis económica. Precisamente por la tarde, el jefe de la oposición, Artur Mas, volvió a acusar al presidente de la Generalitat de estar "inactivo" ante la crisis y de aplicar medidas "ineficaces".