Cuatro años de cárcel para un urbano por multas falsas
La sentencia ya es firme. El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cuatro años y medio de prisión y una multa de 5.400 euros por un delito de falsedad documental para un guardia urbano de Barcelona que en 2005 elaboró dos multas falsas contra un hombre con el que días antes había tenido un leve accidente de tráfico en el distrito de Sant Martí. Con todo, el tribunal le absuelve de falsedad en documento oficial, por la que la Audiencia de Barcelona le multó con 8.640 euros.
Pese a reprochar la actitud arbitraria del agente, F. C. M., la sala considera que actuó correctamente al multar en nueve ocasiones a Francisco T. L. y una décima a su compañera sentimental, Carmen M. L. "La tolerancia de las autoridades administrativas respecto a una conducta antijurídica no puede nunca actuar como fuente de legitimación", afirma el Tribunal Supremo, en referencia al acuerdo no escrito que permitía a los vecinos aparcar sobre el bordillo mientras durasen unas obras de urbanización. Es muy probable que la pena comporte el encarcelamiento del policía.