Aterrizaje brusco en materia económica
Esta palabra está tomada de un tecnicismo de la aviación. En lenguaje financiero se puede traducir por un "aterrizaje brusco" de la economía. Dentro de la teoría de los ciclos, se considera que cuando la economía pasa de una fase de expansión a una fase de recesión nos encontramos en un periodo de aterrizaje que puede ser brusco o suave, no dependiendo de la duración, sino de la intensidad del mismo. Una ralentización económica mayor de lo esperado que puede acabar en recesión. De forma cuantitativa, se podría traducir en caídas del crecimiento entre el 1% y el 2%.
Un aterrizaje brusco en el ciclo económico supone que la economía pasa rápidamente del crecimiento robusto a crecer de forma muy lenta o incluso a tener crecimiento negativo a medida que se acerca a la recesión, normalmente causada por los intentos de las autoridades para reducir la inflación. Este periodo de decrecimiento tiene lugar cuando la política monetaria es más restrictiva de lo que debería.
Se distingue de un aterrizaje suave en que la tasa de crecimiento de la economía disminuye lo suficiente para controlar la inflación, pero permanece bastante alta para evitar una recesión. Los criterios para distinguir entre un aterrizaje brusco y uno suave son numerosos y subjetivos.
¿Qué signos demuestran que nos encontramos ante un aterrizaje brusco? Los datos que lo evidencian son unas expectativas de crecimiento a la baja, una caída considerable de las exportaciones y un aumento de la tasa de desempleo. A todo esto se une un consumo doméstico prácticamente parado o con tasas negativas, el deterioro de la inversión empresarial, numerosas reestructuraciones y un elevado déficit por cuenta corriente.
Los términos aterrizaje brusco y suave se pueden utilizar también para describir caídas en el precio o el valor de mercado, con una disminución suave, lenta y controlada generalmente considerada más deseable que un desplome duro, rápido e imprevisible del valor. En un aterrizaje brusco, los valores defensivos en Bolsa se comportarían mejor que los cíclicos, ya que los inversores huyen hacia los mercados refugio. Además, el crecimiento de los beneficios sería negativo, y con ellos, los rendimientos de la renta variable. Entre los valores defensivos, los de telecomunicaciones podrían comportarse sustancialmente mejor. Los valores cíclicos, financieros y los relacionados con las materias primas claramente se comportarán peor. Los mercados emergentes tendrían peor comportamiento que los desarrollados.
En 2007, y dados los datos que empezaban a publicarse, ningún experto apostaba por el escenario del aterrizaje brusco; al contrario, la mayoría optaba por la opción del aterrizaje suave tras varios años de exuberancia económica. Doce meses después, la hipótesis de un aterrizaje brusco en la economía en 2009, que parecía inimaginable hasta hace poco tiempo, está ganando terreno entre los analistas más críticos. -
Marta Alonso es analista de Atlas Capital.
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