Paga el ciudadano

Le embargaron los 1.200 euros que le correspondían por la devolución de la renta del año 2007. I. L. C. lo explica con no poca indignación. El embargo se debía al impago del impuesto de circulación correspondiente a los años 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007. Nada menos que cinco años como cinco soles. La ciudadana aduce a su favor (y contra el Ayuntamiento de Barcelona) que había vendido el vehículo nada menos que en 2001. Y no sólo eso: la persona que se lo había comprado estaba perfectamente al día en el pago de ese mismo impuesto. Resumiendo el desaguisado consistorial: el Ayuntamiento emite dos veces el mismo impuesto durante cinco años seguido y nunca se da cuenta de ello. No satisfecho con su propio desorden y asumiendo que la autoridad municipal no se equivoca, embarga a una ciudadana que no debía absolutamente nada.

I. L. C. ha recurrido y el Ayuntamiento de Barcelona ya le ha dado una respuesta, coincidente que la obtenida por este diario. La ciudadana tiene toda la razón y se le devolverá el dinero con los intereses correspondientes. ¿Quién pagará esos intereses? Los ciudadanos, incluida la propia afectada. Así es la vida. Los empleados municipales pueden equivocarse gratis. Los ciudadanos, en cambio, carecen de ese derecho y no es seguro que se le garanticen otros, si colisionan con los de los empleados públicos. En caso de duda, leña al ciudadano hasta que se canse.

El Ayuntamiento de Barcelona no tiene previsto investigar dónde se produjo el desaguisado. Pero dado lo que tardó en encontrar el expediente (dos semanas) cabe pensar que debe de haber muchos otros perjudicados en igual situación. Pueden reclamar, eso sí, contra el resto de ciudadanos.

Para quejas sobre las administraciones y empresa públicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.