Detrás de la máscara
Rivalizó en popularidad con Frank Sinatra y los restantes miembros del rat pack. Después de Bing Crosby, Nathaniel Coles es el cantante que más discos ha vendido de la historia, y el primer artista de color en presentar un programa en la televisión norteamericana. También una de las primeras celebrities en fallecer a causa de su adicción al tabaco, lo que hizo de él un símbolo en la lucha contra el cáncer de pulmón.
Para los aficionados al jazz, el pianista y cantante fue el fundador de uno de los tríos más gloriosos en la historia del género con el que grabó números memorables: Straighten up and fly right, Route 66, Too young... Para el gran público, su nombre aparece rodeado de una aureola de romanticismo, una cualidad a la que era especialmente sensible el público femenino en números como Nature boy, Mona Lisa o Unforgettable. En los países de habla hispana, su forma de decir el idioma castellano dio un sello particular a sus interpretaciones de Ansiedad y Perfidia.
Nat King Cole. La voz inolvidable
Daniel Mark Epstein
Traducción de Antonio Padilla
Global Rhythm. Barcelona, 2008
495 páginas. 26,50 euros
Daniel Mark Epstein recoge en su voluminoso texto la conversión nada fácil del músico de jazz en la figura del espectáculo arrastrando un sentimiento de culpabilidad que le acompañaría hasta el final de sus días. Cole aparece en sus páginas como un personaje bidireccional, interesado únicamente en el sexo y la música, primero, el negocio, después. Justo es reconocer que el autor de La voz inolvidable no lo ha tenido fácil: el rey era un sujeto extremadamente reservado para todo lo que tenía que ver con su privacidad; su endeble imagen pública resulta antipática y poco atractiva. En vano se esfuerza Epstein por hacerlo simpático al lector, recurriendo al testimonio de sus allegados y familiares, quienes no omiten ninguno de los secretos de alcoba del artista, pero ni por ésas alcanza el lector a ver más allá de la máscara. A mayor abundamiento, su experiencia cantando en español apenas ocupa unas líneas. Sorprende que el autor pase de largo por lo que constituyó, para su protagonista, una de sus más recurrentes fuentes de felicidad y de ingresos. Para todo lo demás, Nat King Cole. La voz inolvidable resulta una referencia inevitable. -
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