El PP compara la crisis con una emergencia nacional

El PP aprovechó ayer el inicio de una cumbre económica en Alicante para volver a cargar las tintas sobre el Gobierno socialista como, según los conservadores, único responsable del deterioro socioeconómico del España. Para los populares, en palabras del coordinador del área económica, Cristóbal Montoro, "la situación es de emergencia nacional". Mientras, el vicesecretario de política autonómica y local, Javier Arenas, señaló que hay "alternativa ante la crisis" y reclamó "un cambio de liderazgo, en favor del centro reformista, para enderezar el rumbo económico".

Aparte de Montoro y Arenas, los protagonistas del arranque del encuentro fueron los vicesecretarios Organización y de Comunicación, Ana Mato y Esteban González Pons, respectivamente. Curiosamente, este último no compareció en la rueda de prensa. Tampoco fue posible conocer su opinión sobre el estado económico en el ámbito valenciano, ya que los debates se desarrollaron a puerta cerrada.

Javier Arenas pide un nuevo liderazgo reformista para enderezar el rumbo

Las jornadas concluyen hoy con la presencia de los primeros espadas del PP, encabezados por su presidente nacional, Mariano Rajoy, y su homólogo valenciano, Francisco Camps. El también presidente de la Generalitat ha aprovechado la cumbre económica de Alicante para trasladar a la capital alicantina la reunión del pleno del Consell.

Para Montoro, la situación de emergencia nacional se refleja especialmente en los retrocesos en materia de bienestar y de empleo. El dirigente popular afirmó que ante esta crisis y recesión económica hay que "reaccionar como sociedad para salir adelante".

Montoro subrayó que esta convención ayudará al PP a contrastar su diagnóstico de la situación económica en que se halla el país y, en paralelo, a perfeccionar el programa electoral que ofrecerán los populares.

Mientras, Javier Arenas resaltó el debate profundo de la convención, de la que extrae la conclusión de que "hay alternativas rente a la crisis". El vicesecretario de política autonómica y local del PP coincidió con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la hora de afrontar la crisis con "optimismo", pero reclamó "un nuevo liderazgo político reformista para afrontar la situación". "Es el tiempo de los gobernantes", añadió.

Arenas apostó por la austeridad de los poderes públicos, las reformas y una nueva fiscalidad como recetas para salvar la crisis. "Tenemos que evitar que todo el peso de la crisis caiga sobre las familias, las pymes y los autónomos, porque cuando estos colectivos superen las dificultades, el país también lo hará", explicó. Además, afirmó que su partido encarna la "confianza para dejar atrás la crisis, y no así el vicepresidente económico socialista, Pedro Solbes".

Sobre un hipotético apoyo del PP a una huelga general, Arenas fue tajante: "Ni ahora, ni antes, ni después. No es bueno para España y sería perjudicial para el sistema productivo". Arenas sostuvo que su partido seguirá denunciando la "inacción del Gobierno pero nunca una huelga", a pesar de que cree que "a otros les encantan las huelgas" cuando están en la oposición y "no cuando están en el Gobierno".

Según Arenas, el PP es para la mayoría de los españoles "referente de Gobierno solvente en materia económica por lo hecho cuando llegó al Ejecutivo en 1996, en un escenario de paro, despilfarro y corrupción".