Sin brazos para las aceitunas
La Junta se ofrece a mediar en el segundo día de huelga en Córdoba
A pocos kilómetros de Nueva Carteya (Córdoba), nadie recoge las aceitunas de Avelino Navas. Aunque tampoco él quiere que nadie haga el esfuerzo en sus algo más de 20 hectáreas de olivos. No mientras dure la huelga del campo que él también reivindica. El paro, convocado por UGT y CC OO para presionar a la patronal Asaja a negociar un nuevo convenio laboral para los 70.000 trabajadores del campo de la provincia, cumplió ayer su segunda jornada. Con la agresión a un patrón como telón de fondo de las protestas, ayer la Junta de Andalucía se ofreció a mediar en este enquistado conflicto, para sentar a todos en una mesa de negociación por el bien del sector.
En pueblos de comarcas olivareras como la Campiña, o citrícolas como la Vega del Guadalquivir, el seguimiento del paro ha sido muy amplio, reconocen diversas fuentes. Y algunos empresarios de la Campiña, como Avelino, que pertenece a la patronal Coag, entienden y apoyan la medida radical de los trabajadores. "En Nueva Carteya, donde la mayoría somos pequeños y medianos propietarios, la unidad de criterio con los trabajadores es total", afirma el agricultor. Su voz resuena bajo los techos de las instalaciones de la Cooperativa Nuestra Señora del Rosario. Recién inauguradas, ayer permanecían silenciosas, como si nunca hubiesen producido. "Somos 1.300 cooperativistas y estas maquinarias, capaces de facturar hasta 200.000 kilos de aceite, llevan vacías dos días", añadió.
En la campiña este cordobesa, la inactividad olivarera fue clara
"Los empresarios obtienen más beneficios a costa de menos jornaleros"
El seguimiento del paro ha vuelto a reflejar las visiones antagónicas que tienen los sindicatos y la patronal. Como en el primer día de huelga, de nuevo ayer las plataformas obreras informaron de una altísima respuesta jornalera, en torno al 90% de los obreros que no habría acudido a los tajos. Y al otro lado, Asaja -y la propia Coag- redujeron por completo su incidencia. El presidente de Asaja en Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa negó que el paro fuese masivo. Y el secretario provincial de Coag, Francisco Garrido, dijo que la huelga tuvo "muy poca incidencia" en la zona de la Subbética y el Valle de Los Pedroches, aunque sí tuviera bastante apoyo en la Campiña.
En los principales pueblos de la Campiña Este cordobesa, como Baena o Nueva Carteya, la inactividad olivarera fue clara. Un vistazo por algunas cooperativas de este último pueblo o Espejo, así lo atestiguaba. No obstante, el alcalde de Baena, el socialista Luis Moreno, dijo que, debido a las lluvias, "se ha desvirtuado cualquier forma de evaluar el efecto real del paro, ya que por los terrenos embarrados, muchos trabajadores no pueden ir a las fincas". De la misma opinión es, en la campiña del Alto Guadalquivir, el alcalde de Bujalance, Rafael Cañete.
Pero en pueblos de larga tradición reivindicativa como Nueva Carteya, lo tienen claro. "Aquí no ha ido nadie a trabajar por la huelga", afirmaban a coro Julián Aguilar y José Tapia, sus representantes de CC OO y UGT. Ambos compartieron ayer micrófono en la asamblea que reunió a un millar de vecinos de este pueblo para explicar la situación de precariedad que en su opinión viven los trabajadores del campo y sus demandas a la patronal para lograr un acuerdo en el próximo convenio.
"El campo ha cambiado mucho en estos 15 años. Gracias a la mecanización, los empresarios obtienen más beneficios a costa del trabajo de menos jornaleros a los que exigen que trabajen más. Y los sueldos siguen siendo igual de bajos. Esto no puede seguir así", se quejaba un bracero en huelga.
El coordinador de Izquierda Unida, Diego Valderas, censuró ayer el papel de la patronal: "La actitud que mantiene Asaja en la huelga es impresentable. Demuestran una falta de sensibilidad ante trabajadores que están totalmente cargados de razón".
También en el principal pueblo de la Vega del Guadalquivir, Palma del Río, centrado en la naranja, el paro ha sido mayoritario. En Fuente Palmera también secundaron el paro, mientras que en Hornachuelos y Posadas pudo haber cierta actividad en almacenes agrícolas, según algunas fuentes. "No me atrevería a decir que ha sido total, pero desde luego casi nadie ha ido a trabajar", dijo el alcalde de Palma del Río, José Antonio Almenara (PSOE).
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