Amnesia colectiva en el juzgado
Comienza el juicio contra un supuesto grupo de 'latin kings' acusado de asesinato
Memorias frágiles, amnesia e incluso flagrantes contradicciones respecto a lo declarado a lo largo de la instrucción. La sección 23 de la Audiencia Provincial inició ayer el juicio por el asesinato del dominicano Jimmy Junior Ureña el 4 de noviembre de 2005, apaleado y apuñalado hasta en 18 ocasiones por un grupo de presuntos Latin Kings.
El tribunal escuchó ayer por la mañana las declaraciones de cinco de los acusados, tres de los cuales se encuentran en la cárcel por un asesinato anterior. Aseguraron que no habían organizado ni ejecutado el plan que permitió matar a Jimmy y que no conocían el funcionamiento de los Latin Kings. Incluso, insistieron en que no pertenecían a la banda o estaban distanciados de ella cuando sucedieron los hechos.
Uno de los imputados huyó y está en paradero desconocido
Sólo uno de los relatos arrojó algo de luz. Fue el de Fernando Giovanny T. Y., conocido como Bonus y militar profesional. Interrogado por el fiscal, relató que aquel día se encontraba en la plaza de Bami (Ciudad Lineal) con unos amigos cuando unos Latin Kings comenzaron a trazar un plan para atacar a un grupo de Ñetas que había agredido días atrás a un miembro de la banda.
"Los reyes formaron cuatro grupos y nos dijeron a todos que fuéramos con ellos. Nos amenazaban gritando que apuñalarían a quien se echase atrás y no participase [en la agresión]", señaló. Bonus contó que vio a uno de los miembros del grupo sacar un cuchillo de una papelera y él mismo se hizo con un palo. Sin embargo, aseguró que no llegó a participar en la reyerta que tuvo lugar poco después en la plaza de Reverencia. Tampoco vio nada. Eso sí, añadió, al día siguiente del asesinato supo que un menor, conocido como Brian -uno de los cuatro menores ya condenados por la muerte de Jimmy Junior en un juicio anterior- había sido premiado por el crimen con la coronación como rey dentro de la banda.
De los otros cuatro acusados apenas hubo noticias. Rommel V. P., alias King Jordan; Carlos Eduardo Y. M., Carloco; Juan Carlos M. B., Cata, y José Leonel L. V., King J. L., aseguraron que se enteraron de lo sucedido por la televisión o por terceras personas. Dos de ellos negaron que aquella tarde estuvieran en el parque de Bami. No sabían, dijeron, que los Latin Kings fueran una banda violenta, sino algo así como "una asociación que ayuda a las ONG", y declararon que desconocían el funcionamiento interno del Reino Inca (como se conoce al grupo implantado en la Comunidad de Madrid).
Trece personas (todos ecuatorianos), se enfrentan a penas de entre 26 y 27 años de cárcel por asesinato y asociación ilícita, pero sólo 12 se sentaron ayer en el banquillo. Uno de ellos, Robert Antonio V. D., está en paradero desconocido y sobre él pesa una orden internacional de busca y captura. Y eso pese a que estaba condenado a 28 años de cárcel por el asesinato de Wilson Fernández Ríos. "No se decretó su ingreso en prisión porque la sentencia fue recurrida y no era firme y porque no se consideró que hubiera riesgo de fuga", justificó ayer uno de los miembros del Ministerio Fiscal.
Mañana continuarán declarando el resto de los acusados.
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