El final del silencio femenino

Emiliana de Zubeldia, Teresa Prieto, Narcisa Freixas, Rosa García Ascot, María Assumpta Codina, Salomé Díaz, Pilar Ossorio, Carmen Verdú, María Luisa Ozaita... Son mujeres. Son compositoras. Sus nombres, y el de otras compañeras, aparecen reunidos por primera vez en un catálogo. El primero que se hace en España para recopilar la creación musical femenina desde la Edad Media hasta la actualidad. Han salido 199 y más de 4.500 obras. Por primera vez están juntas en un solo libro. Porque quizás así, uniendo sus voces, consigan el objetivo que durante muchos años se han marcado: hacerse escuchar.

El catálogo, presentado en el seno del Festival de Música Española de Cádiz, organizado por la Consejería de Cultura, ha sido elaborado por el Centro de Documentación de Música y Danza, dependiente del Ministerio de Cultura. Nació de una conversación entre la subdirectora del Instituto Nacional de las Artes Escénicas, Marisa Manchado, y el director de este centro, Antonio Álvarez Cañibano. Aquella charla puso sobre la mesa la necesidad de un estudio de referencia para calibrar la importancia de la mujer en la historia de la música.

Los responsables del catálogo han bebido del agua de varias fuentes, dos principales: un estudio de profesionales de la música de España y la base de datos sobre estrenos musicales desde 1985, que se actualiza desde entonces. Ese punto de partida se complementó con un diccionario realizado por la Sociedad General de Autores, informes elaborados por las comunidades autónomas y documentación obtenida de Internet. "Obtuvimos una información muy irregular. Muchos nombres del siglo XX y pocos de etapas anteriores", explica María José González, una de las editoras del catálogo.

También la información recabada sobre cada una de las mujeres era muy desigual. "En algunos casos teníamos un listado de todas sus obras, su biografía, los lugares donde se estrenaron y las fechas y en otros apenas el nombre de la compositora".

El libro se ha terminando publicando con todos los datos obtenidos, sin afán homogeneizador. "Es una manera de plasmar las lagunas que todavía existen en la investigación y que se pueden ir cubriendo tras la realización del catálogo", argumenta María José González. El orden elegido para repartir el listado de 199 mujeres y 4.500 obras ha sido el alfabético. Anteceden al repaso de las compositoras varios artículos que analizan la creación musical femenina desde la Edad Media hasta hoy por etapas. Este análisis permite comprender las dificultades de la mujer para hacerse oír como autoras y también resalta el desconocimiento de sus figuras. Los sonidos que crearon se ahogaron en el olvido.

El catálogo, con todo, alberga esperanzas. Por ejemplo, muchos de los nombres que recoge son de compositoras nacidas en los años setenta del siglo XX. Es decir, una nueva y pujante generación de autoras, salidas de los conservatorios, emerge con destacada fuerza. El listado servirá de herramienta de consulta para conocerlas a todas y también para que los programadores de festivales puedan convocar más fácilmente las creaciones femeninas.

En el plano investigador, este trabajo abre muchas puertas. Puede animar a que expertos, archiveros o herederos puedan reaccionar ante la ausencia de algún nombre o de alguna obra que la falta de información haya podido dejar fuera del catálogo. También incide en aspectos donde hay que indagar más. "El mundo de los conventos de la Edad Media y el Renacimiento está por descubrir. Allí se hacía mucha música clásica y nos hace suponer que muchas monjas fueran también autoras de aquellas composiciones", detalla María José González.

Para completar el trabajo el Centro de Documentación de Música y Danza solicitó a las compositoras vivas que enviaran sus biografías y el listado con sus creaciones y discografía. Sólo respondió un 30%. Un porcentaje algo decepcionante para un colectivo que llevaba años demandando atención.