Doctor Aznar
Entre los articulistas se dice que cuando no se sabe de qué hablar se escribe sobre la televisión. Quizá ocurra algo semejante con José María Aznar. Lo pienso, pero inmediatamente me corrijo. Aznar siempre es una percha de actualidad, siempre nos da motivo: el CEU-Cardenal Herrera acaba de concederle el grado de Doctor Honoris Causa, algo que en cierto sentido repara al ex presidente, que se ha quedado sin la distinción que George W. Bush ha repartido a otros mandatarios.
Es normal que las instituciones universitarias, públicas o privadas, invistan con ese grado a gobernantes e intelectuales ilustres. Es una manera de reconocer los méritos extraordinarios de que son portadores. Pero hay que argumentar bien y hay que documentarlos mejor. ¿Cuáles son los valores que Aznar encarnaría a juicio de esta universidad privada? Varios son los méritos que se mencionan. Entre ellos, se le concede el doctorado por su defensa de las raíces cristianas de Europa, de la institución familiar o de las víctimas del terrorismo. Así, en conjunto. He leído las palabras literales de Aznar con que las autoridades académicas prueban esos méritos y la verdad es que son un florilegio mejorable.
Que si hay que enfrentarse al "relativismo moral radical que lleva a redefinir instituciones básicas en nuestra cultura, como la de la familia o la del matrimonio", dice el ex presidente. ¿Conocen ustedes a alguien cercano que esté en contra de la familia, así, en abstracto? ¿Conocen a alguien que repudie el matrimonio por profesar el relativismo? Si lo encuentran, por favor, consérvenlo como curiosidad o como pieza única. ¿Y con la cuestión del terrorismo? Las autoridades académicas reproducen algún pasaje de un discurso que Aznar dictó en Rótterdam en 2006. "El terrorismo siempre es terrorismo", concluía el ex presidente. Ah, ¿qué es eso? ¿Una tautología? Inmediatamente los responsables del CEU añaden otro párrafo, en este caso unas palabras dichas en la inauguración de un curso de FAES. "Tenemos que trabajar juntos sin esperar a que la amenaza crezca aún más fuerte". Ah, vaya, no había reparado en ese diagnóstico, doctor Aznar.
Pero el mérito peor documentado es esa defensa de las raíces cristianas de Europa y de los principios del humanismo cristiano, insisten. Citan algunas palabras del ex presidente en las que reafirma dichos orígenes. No entiendo muy bien qué quiere decir. ¿Quiere decir que nuestra idea de persona y nuestro concepto de la civilización proceden de un sustrato común, el del cristianismo? ¿Y quién niega tal cosa? Rechazar dicha evidencia sería tozudez inculta. Un demérito, vaya. Pero no es eso lo que se discute. En realidad, dicho valor, así reconocido, tiene truco. Lo que se quiere es que tal referencia al pasado figure en los textos legales europeos. Pero entonces, si se trata de tomar la historia como espejo del presente, ¿por qué no regresamos al fondo común del Continente? No me refiero a la Atlántida, sino a la latinidad: a aquella Roma que conquistó el mundo... sólo en defensa propia. A ello podría replicarnos Aznar con un nuevo diagnóstico: el cristianismo es algo presente y en peligro; en cambio, Roma pertenece a un tiempo absolutamente pretérito y ya muerto. ¿Pretérito? No seamos cicateros. Propongo que reafirmemos abiertamente y en pie de igualdad lo que, por ejemplo, adeudamos al Imperio. ¿A qué Imperio? ¿Al pasado o al actual? Por favor, la duda ofende.
http://justoserna.wordpress.com/
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.