Partidismo, fusión y localismo

Las discusiones políticas de tinte localista a cuenta de la desaparición como institución de la Cuenca Mediterránea Andaluza o de dónde debe tener su sede una hipotética caja de ahorros única vuelven a poner sobre la mesa una vieja asignatura pendiente desde el proceso autonómico, el equilibrio territorial de Andalucía. Por no estar resuelto, el tema emerge como un Guadiana, de vez en cuando, a propósito de algún asunto puntual que se tercie, como los dos citados, y usado casi siempre como arma arrojadiza en la confrontación partidista. Porque es un asunto que se presta al populismo, ya toca a la afectividad de las personas, y por eso mismo en la mayoría de las ocasiones gestionarlo requiere algo de sensibilidad y mucho tacto.

De la Torre sostiene que a Unicaja no le interesa fusionarse con una caja peor

Sólo en esta clave puede entenderse algo que seguro resultará incomprensible fuera de Despeñaperros, cómo es posible que el debate acerca de una fusión de dos entidades financieras sea exclusivamente dónde ubica su sede.

Al margen de las frases rimbombantes para el titular de la crónica diaria de la pelea, que también dejó al cuestionar el interés de Unicaja en la fusión, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hizo ayer una reflexión más pausada sobre el asunto del equilibrio territorial. Lamentó que a estas alturas, después de 26 años de autonomía, "debía haberse creado ya un esquema territorial, que todos los andaluces de cualquier sitio vieran con naturalidad que el sistema financiero pivotara sobre Málaga, igual que tienen asumido que el poder judicial está en Granada y que la capital administrativa y política está en Sevilla".

De la Torre recordó el protagonismo histórico que han tenido las cajas de ahorro malagueñas en el liderazgo del sistema financiero andaluz y que antes de ninguna fusión la Caja de Ahorros de Ronda era la primera entidad andaluza. Tres de las cinco cajas que en 1990 crearon Unicaja eran malagueñas, la de Ronda, y la Provincial y la de Antequera, que se unieron a las de Cádiz y Almería. Aludió también a la pujanza económica de la provincia, que entre 1995 y 2005 fue la que más creció económicamente en España en términos porcentuales, para reivindicar la "naturalidad" y la "lógica" de que Málaga sea la sede de la caja única si finalmente se fusiona con Cajasol.

Pero lamentó que el Gobierno andaluz no haya dado en este tiempo los pasos necesarios para que el papel de cada territorio en el conjunto de la comunidad autónoma no levante recelos. "No se ha hecho esta pedagogía, que debe hacer el que gobierna, y no lo ha hecho nunca", lamentó el alcalde, que atribuyó a esta dejadez la causa de que proliferen los sentimientos de agravio. "Entra la sospecha de que si el Gobierno regional no ha hecho nunca esta pedagogía es porque tiene algún juego en contra de lo que es natural".

La lógica aplastante, según De la Torre, es que la ciudad que es sede de la entidad más potente de las que se van a fusionar sea también la de la caja resultante. En eso tiene plena coincidencia con el PSOE, que hace en la provincia causa de la cuestión diga lo que digan otros órganos del partido. Así, el secretario general de los socialistas malagueños, preguntado hasta en una decena de veces en una conferencia de prensa antes de ayer sobre el desagrado de la dirección regional con la iniciativa de llevar mociones a todos los plenos municipales de Málaga proponiendo que la sede de la caja única esté en esta ciudad, Miguel Ángel Heredia no se apeó de sostener que es "lo que ya se tiene", la sede de la principal entidad de ahorro. Aun así, aun estando de acuerdo en esta reivindicación, PSOE y PP llevarán al pleno de la capital mociones distintas

Y es que la defensa del territorio propio, aunque casi se sacraliza, no llega a superponerse al partidismo. Todo depende, dicen los dirigentes de los partidos, de criterios de oportunidad; y así por ejemplo el PSOE pone en marcha sus mociones sobre la sede de la caja única cuando advierte que puede dejar al PP en evidencia porque sus dirigentes regionales no son proclives a la fusión, y pueden así devolver el golpe que los populares le asestaron al apretar las tuercas sobre el centralismo insoportable de la Junta al suprimir la Confederación Hidrográfica o mermarse su rango.

Ayer De la Torre, además de la reflexión pausada, dejó otra provocadora de enfados en su propio partido, en el adversario, y en las cajas. "Está por ver que a Unicaja le interesa la fusión", dijo, y explicó que la entidad malagueña es "mucho más potente, más solvente y más sólida que Cajasol, y en una fusión sale perjudicado el que está mejor, y beneficiado el que está peor".