Un asesino entre los jugadores violentos
Valentín Moreno, autor del crimen de la Villa Olímpica, está en el club ligado a 'Boixos Nois'
Uno de los futbolistas del Bada Bing que el sábado agredieron a palos en Barcelona a diez jugadores y directivos del Rosario Central de Catalunya, un equipo de inmigrantes argentinos, fue condenado como autor del crimen de la Villa Olímpica, el asesinato a golpes de un joven, Carlos Javier Robledo, a la salida de una discoteca a pie de playa que conmocionó Barcelona en el año 2000.
Se trata de Valentín Moreno Gómez, que en 2002 fue condenado por la Audiencia de Barcelona a ocho años de internamiento en un centro de menores y tres de libertad vigilada. Moreno cometió el crimen cuando le faltaban unas horas para alcanzar la mayoría de edad. De acuerdo con la Ley, estaría ingresado hasta los 23 años en un centro de menores y entonces pasaría a una cárcel convencional. Moreno tiene ahora 27 años y está cumpliendo condena en un centro abierto, en régimen similar al tercer grado, según la Generalitat.
El observador de la federación relata los insultos y agresiones del Bada Bing
El nombre de Valentín Moreno Gómez apareció en la nota posterior a la reunión del Comité de Competición de la Federación Catalana de Fútbol. El Comité decidió "suspender de manera cautelar" todos los partidos del Bada Bing en Tercera Territorial, y suspender también a cuatro de los jugadores del equipo, entre los que se encuentra Moreno, a quien TV3 relacionó con el crimen. Fuentes de la Federación aseguran, además, que al menos dos de los jugadores del Bada Bing lo hicieron con fichas falsas, haciéndose pasar por otros.
Vistos los antecedentes del Bada Bing, que esta temporada ya había protagonizado incidentes en otros cuatro partidos, los responsables del Rosario Central temieron lo peor y solicitaron a la Federación Catalana de Fútbol la presencia, durante el partido, de un observador y de Mossos d'Esquadra. Un error al teclear la dirección de correo electrónico de la Generalitat impidió que llegara el requerimiento de presencia policial. Pero sí acudió el observador de la Federación. Éste, ante los incidentes, añadió un "anexo de incidencias graves" a su acta.
El anexo relata lo que ocurrió en el campo de fútbol a partir del "fatídico minuto 72 del partido". "Hasta entonces todo discurría con cierta naturalidad, aparte de los típicos rifirrafes entre jugadores", escribe el observador de la Federación. "Entre los minutos 70 y 72 los jugadores del Bada Bing no dejaron de increpar a los jugadores y cuerpo técnico del Rosario Central, con amenazas de muerte y de insultarlos en plan racista", prosigue. El texto coincide con el relato realizado en los últimos días por los jugadores agredidos. En el minuto 72 se expulsó a un futbolista del Bada Bing, de camino al vestuario dio un puñetazo a otro del Rosario Central y a partir de ahí se lió: en el vestuario, donde al número 5 del Rosario "le dieron una paliza que se lo tuvieron que llevar al hospital en ambulancia", y en la calle: "Los jugadores del Bada Bing, que se apropiaron de palos de escobas y fregonas, se dedicaron a pegar a quien se les acercara". El anexo también se refiere a la polémica ausencia de policía. "La Guardia Urbana llegó cuando ya se había organizado la tangana", dice antes de matizar: "No es que llegara tarde, sino que la tangana se produjo antes de que ellos llegaran".
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