Los ingresos de la Generalitat por vivienda se hunden aún más

El descalabro de la actividad inmobiliaria, que no toca suelo, agudizó la pérdida de ingresos tributarios de las arcas de la Generalitat en la segunda mitad de 2008 y reforzó la necesidad de que la Administración se apriete aún más el cinturón, con el nuevo modelo de financiación aún en el aire.

A falta todavía de los datos del pasado diciembre, el dinero recaudado en los primeros 11 meses del año pasado por los impuestos más ligados al mercado de la vivienda sumó 1.562 millones de euros. La cifra se queda a 2.268 millones respecto de lo presupuestado, aunque los derechos ya liquidados (dinero aún no ingresado) ascienden a 1.612 millones. El hundimiento sobre lo ocurrido respecto del mismo periodo de 2007 es del 45%, y se traduce en una diferencia interanual cercana a los 1.360 millones.

Esta evolución, unida a las sombrías perspectivas que persisten en el mercado inmobiliario español, sugiere que los datos de diciembre, que según Economía todavía tardarán un tiempo en cuadrarse y difundirse, arrojarán en el conjunto del año unos recursos muy lejanos al que el Gobierno catalán había previsto embolsarse en el conjunto de 2008 en concepto del primer termómetro tributario de la compraventa de pisos y de la adquisición de vivienda nueva: el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Este termómetro equivale a una quinta parte del total de recursos del sistema de financiación autonómica actual.

Habiendo avistado ya el parón del ladrillo, habiendo requerido ya contención en el gasto a sus consejeros, pero cuando aún no era posible presentir la crudeza que tomaría la tormenta financiera, la Generalitat había presupuestado en 2007 y de cara a 2008 un total de 3.830 millones por ese doble impuesto. En la primera mitad de 2008, apenas se recaudaron 954 millones. Entre julio y noviembre, 608 millones.

De cara a 2009, la previsión de recaudación por los impuestos de la vivienda asciende a 2.067 millones, el 46% menos que los presupuestado en 2008. Las estimaciones del Ministerio de Fomento y de la Dirección General de Vivienda de la Generalitat sobre las viviendas iniciadas prevén caídas interanuales de más del 60%.

El mal comportamiento de los impuestos de la vivienda es el principal responsable de que el dinero recaudado por el conjunto de impuestos indirectos -la partida que más recursos aportan a la Generalitat- cayera el 16% entre enero y noviembre pasados, hasta los 7,4 millones de euros.