"El soberanismo es un proyecto de Artur Mas, no de CiU, y no sé si de Convergència"

Para Ignasi Guardans "es evidente" que él no encaja en el proyecto de Casa Grande del Soberanismo que impulsa el secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Artur Mas. Le quedó claro cuando éste ignoró su deseo de encabezar por segunda vez la candidatura de CiU en las elecciones de este año al Parlamento Europeo. Mas anunció, ayer, que le sustituirá el economista Ramon Tremosa, que no milita en el partido. Que él no cabe en la "Casa Grande de Mas" es lo único que tiene claro Guardans. Es, dice, "un proyecto del secretario general de CDC, no de CiU, y no sé si de Convergència".

Pregunta. ¿Qué siente tras su relevo?

Respuesta. Me guardo los sentimientos para mí. Era público que yo había transmitido mi voluntad de seguir con esta tarea. Pero respeto la decisión del secretario general [Artur Mas], que está en su derecho de considerar que yo no encajo en el proyecto de Casa Grande.

P. ¿Qué aporta a este proyecto Ramon Tremosa que no aporte usted?

R. No puedo juzgar lo que represento y lo que no. Aquí no se está juzgando mi tarea como parlamentario. Mis compañeros europeos han tenido que basarse en el trabajo hecho para revalidar sus candidaturas. Por desgracia, la decisión aquí se ha tomado en clave nacional, no en clave europea. Me sorprende, pero no es una novedad que los partidos españoles actúen así. Mas ya me planteó hace unos meses si yo no me había equivocado de partido.

P. ¿Usted se lo ha planteado?

R. No creo que haya sido desleal a mi compromiso, que es con los ciudadanos.

P. ¿Cómo ve el proyecto de Casa Grande soberanista?

R. No sé lo que significa exactamente. Es un proyecto del secretario general de Convergència, no es un proyecto de CiU, y no sé si es un proyecto de CDC. Me recuerda al Fórum de las Culturas 2004, que tenía buenas intenciones pero fue difícil de comunicar. No acabo de entender qué mensaje político hay tras el proyecto. De hecho, si no es soberanismo, no entiendo qué aporta Tremosa que no aportase yo. En todo caso, es una casa complicada, de la que tienen que salir unos para que entren otros.

P. ¿Por dónde pasa su futuro?

R. Todo está abierto para cuando acabe mi mandato en el Parlamento Europeo. Trabajaré en el sector público o donde pueda, dentro o fuera de Cataluña. Si lo que importan son los valores, y no el carné de los partidos, esto debe valer para todo el mundo.