Los ricos de Suiza también lloran

Las tribulaciones de los millonarios de Suiza no tendrían mayor relevancia a no ser por un detalle: muchos de ellos son extranjeros residentes en el país alpino por motivos fiscales. Más de un 35 % de estas fortunas, según revela el ya tradicional informe anual de la revista Bilan, está en manos de personas nacidas fuera de las fronteras de Suiza. Esta publicación, editada en Lausana y Zúrich, es el equivalente helvético de la célebre revista Forbes, que elabora una lista similar a nivel mundial.

La conclusión central del informe de 2008 es, por decir poco, desoladora. Las 300 mayores fortunas de Suiza han sufrido pérdidas equivalentes a 46.000 millones de euros en este año de crisis globalizada. Los más afectados son aquellos que forman parte del mundo de la banca y las finanzas, mientras que sectores como el lujo, la industria químico-farmacéutica, el deporte o los espectáculos lo han sufrido en menor medida. Por el momento.

La crisis global golpea a los famosos afincados en el país helvético

Entre los extranjeros residentes en Suiza, la palma se la llevan los franceses, que representan el 10% del total. "Sus fortunas representan unos 32.000 millones de euros", explicó a este diario Thierry Vial, redactor de Bilan y responsable de la clasificación. Otra particularidad de la lista es que muchos de sus miembros son auténticas celebridades.

El número uno absoluto de este prestigioso ranking es Ingvar Kamprad, el fundador y patrón de los almacenes IKEA. Con una fortuna personal estimada en 24.000 millones de euros, este residente en el cantón de Vaud, famoso por su supuesta tacañería, lidera un año más la clasificación. Su lugar en la lista mundial elaborada por Forbes es el número siete entre los más ricos del planeta. Le sigue, a gran distancia, la familia Hoffmann-Oeri, accionistas del coloso farmacéutico

Roche, con 12.000 millones de euros. Tras ellos llegan el magnate ruso Viktor Vekselberg, con 8.000 millones, y el suizo Ernesto Bertarelli, empresario y navegante, ganador de la Copa América, con 7.000. Bertarelli ocupa igualmente el puesto 75º de la lista Forbes.

Según puede leerse en Bilan, el total de las fortunas combinadas de los 300 más ricos era en 2007 de 360.000 millones de euros, para descender este año a 310.000 millones. Es de destacar igualmente que el PIB suizo es de 350.000 millones de euros, lo que implica que los 300 más ricos representaban en 2007 una fortuna aún mayor que el producto de uno de los países más ricos de la Tierra. Según aclara el estudio, "el 4,5% de los contribuyentes al fisco suizo poseen el equivalente al 57% de las riquezas totales del país". Igualmente, destaca que en los últimos 20 años, las 100 mayores fortunas de Suiza han multiplicado su patrimonio por seis.

Entre los grandes perdedores de la crisis se encuentran Johan Rupert, accionario del grupo ginebrino Richemont, cuya fortuna ha perdido el 60%. Los segundos en esta lista negra son Howel & Cuoni, del Banco FG, con pérdidas del 56%. Pero entre los que han vivido un 2008 negro hay celebridades de la talla de Norman Foster, el mundialmente conocido arquitecto británico, residente en el cantón de Vaud. Con 73 años y un patrimonio restante de 400 millones de euros, Lord Foster of the Thames Bank habría perdido 140 millones, aunque no le ha faltado dinero para comprar el castillo de Vincy por 38 millones.

Ricas y famosas

Y hablando de celebridades, éstas no faltan en la glamurosa lista elaborada por Bilan. Y muchas de ellas son mujeres. De hecho, la mayor fortuna femenina pertenece a Charlène de Carvalho-Heineken, heredera del imperio cervecero y la más rica de Suiza, con una fortuna estimada en 4.000 millones de euros. Le sigue la heredera Athina Onassis, con 3.300. Luego, y a mucha distancia, la lista se llena de nombres populares como la estrella de la canción Tina Turner, residente en Zúrich, con 200 millones. Le sigue la princesa Anni-Frid Reuss von Plauen, más conocida como "Frida, la morena de ABBA", residente en el cantón de Valais, con otros 200 millones. Luego vienen la diva del country Shania Twain, la cantante franco-griega Nana Mouskouri, y Eliette, la hija del legendario director de orquesta austriaco Herbert von Karajan, con una "modesta" fortuna de 130 millones.

Entre los hombres famosos, este año se incluye en la exclusiva lista por vez primera al tenista suizo Roger Federer, con una fortuna estimada en 120 millones de euros. Otros miembros del mundo deportivo son el magnate del automovilismo Bernie Ecclestone, con 4.000 millones, y el piloto Michael Schumacher, quien habría perdido unos 60 millones de euros, conservando la muy confortable suma de 600. Entre los perdedores masculinos está la estrella del rock Phil Collins, a quien el tercer divorcio le ha costado la friolera de 35 millones. Sus pérdidas superan los 60, dejando al ex baterista de Genesis con "sólo" 130 millones de euros.

Un dato que no deja de tener cierto humor es que uno de los pocos que han salido ganando en 2008 es el magnate de la vodka Yuri Shefler. Obviamente, en tiempos de crisis muchos ven en la botella un posible escape. Otros "beneficiados" son Erich y Elga Kellerhals, propietarios de una cadena de tiendas de electrónica, cuya fortuna ha aumentado un 129%. Algo similar a Michel

Lacoste. El dueño de la célebre línea de ropa con cocodrilo incluido ve el mundo color de rosa, con un artículo llevando su logotipo vendido cada dos segundos en algún lugar del mundo. Lo mismo para Eric Gerlain, propietario de la célebre marca de perfumes.

La producción de esta clasificación de fortunas implica el trabajo de más de 20 redactores especializados a lo largo de varios meses, tanto en la Suiza de habla alemana como la francesa. Pero estos periodistas no son detectives que hurguen en los trapos sucios de los ricos y famosos. "De hecho", explica Vial, "todas estas informaciones están al alcance de cualquiera que se moleste en buscarlas". Informaciones que incluyen propiedades inmobiliarias, declaraciones fiscales, balances empresariales y demás, que son posteriormente contrastados personalmente con los interesados. "A fin de evitar posibles problemas legales", aclara el periodista. "Es gracioso", mantiene Vial, "pues algunos millonarios se quejan de ser expuestos a la atención pública, pero si un año les sacamos de la lista, se quejan mucho más".