La noche de los termómetros congelados
La madrugada más cruda del invierno llena los albergues municipales
"Están heladas hasta las fuentes". Miguel Ángel, de 21 años, parecía ayer un esquimal: guantes, bufanda, abrigo de plumas y gorro. Repartía propaganda en la plaza de España. Allí mismo, el estanque que está a los pies de la estatua de Don Quijote y Sancho se había convertido en un bloque de hielo.
El frío con mayúsculas ha llegado a Madrid. La noche del miércoles fue la más fría en lo que llevamos de invierno, y la previsión es que la ola de frío continúe los próximos días. Ayer se registraron casi cuatro grados bajo cero en Madrid. En la sierra se alcanzaron los 14 bajo cero.
A pesar de las condiciones adversas, no se produjo durante la noche ningún pico máximo de consumo energético, según explicó una portavoz de la empresa Iberdrola. El consumo de energía tampoco superó, prácticamente en ningún momento de la madrugada, los niveles previstos por Red Eléctrica Española.
Antonio, de 49 años, no necesita que nadie le hable de frío. Lo sufre en sus carnes, y anoche especialmente. Un pasadizo que une la plaza de los Cubos con la calle de Martín de los Heros es su casa. Allí, en un pequeño rincón acotado por maderas y cartones, duerme arropado por varias mantas. "No he sacado ni la cabeza. El frío se te mete en los huesos y no te lo quitas ni durante el día", explica. Según los datos del Ayuntamiento, la noche del miércoles al jueves se ocuparon 1.157 de las 1.247 plazas de albergue que gestiona el Consistorio. Además, se completó prácticamente la totalidad de las 412 plazas de la red privada que sostienen las órdenes religiosas.
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