Los plátanos se rebelan contra la arquitectura en Santiago
Hace sólo tres meses, el barrio santiagués de Fontiñas recibió el premio europeo Philippe Rotthier por su diseño e integración urbanística. Hoy, los plátanos que rodean las calles y las manzanas de la zona rompen las losetas de las aceras y tapan la luz de las farolas. Sus raíces crecen descontroladas y sus copas exigen talas continuadas. El Ayuntamiento de Santiago baraja dos soluciones. Ralentizar el crecimiento de las raíces o sustituir los plátanos por otras especies menos expansivas.
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