"Las redes sociales se comportan como países"
Con Internet los sociólogos pueden estudiar la sociedad las 24 horas del día y con tal detalle como nunca antes imaginaron. En buena medida, se debe al gran desarrollo de las redes sociales. "Estas tecnologías no sólo revolucionan la sociedad, podemos aprender mucho observando el comportamiento de enormes comunidades digitales, cómo cambian e interaccionan todo el tiempo".
Son cibermundos como Facebook, con 120 millones de miembros y centenares de millones de direcciones de correo electrónico. "Parecen países de gran tamaño, pero no tenemos claro que se produzca en ellos un comportamiento muy distinto del que encontramos en el mundo real", asegura Duncan J. Watts, responsable de investigación en Dinámica Social Humana de Yahoo! Research y de año sabático de la Universidad de Columbia. Watts participó en una reunión de expertos en redes complejas celebrada recientemente en la Universidad de Barcelona. Disciplinas tan dispares como la física estadística o la sociología estudian conjuntamente las relaciones de diferentes partes de un sistema para obtener una visión global de su comportamiento colectivo. En Internet o en un organismo vivo.
Watts utilizó el correo electrónico para demostrar, hace unos años, la teoría de los seis grados de separación, según la cual toda la gente del planeta puede estar conectada a cualquier otra persona a través de una cadena de seis intermediarios. Lo explicó en un libro divulgativo y fue la traslación digital de la experiencia que llevó a cabo en 1967 el psicólogo social Stanley Milgram, pero con correo convencional.
¿Y por qué algo gana popularidad en Internet? "El mundo social es un lugar muy misterioso", dice Watts, que genera polémica con sus planteamientos. Por ejemplo, considera que no tienen tal poder de sugestión los denominados influyentes, los expertos en campos concretos que, según especialistas en mercadotecnia, son capaces de iniciar tendencias o conseguir el éxito de un disco. "Es extremamente difícil predecir si un libro o un disco tendrán éxito en los servicios en línea, incluso por parte de expertos".
Sobre la facilidad con la que muchos individuos cuelgan sus imágenes e información personales en lugares como Facebook, opina que "podría ser embarazoso o no tener ninguna consecuencia social en el futuro, depende de cómo evolucione la sociedad". Que se lo digan a una pareja australiana a la que comunicaron a través de esta red social la apertura de un proceso judicial por impago de hipoteca. O a otros a los que no dieron trabajo porque encontraron colgadas fotos en las que el interesado estaba borracho en una fiesta.
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