Cordero, buñuelos y langostinos en la cárcel de Soto del Real
Cada noche los presos de la cárcel de Madrid V, en Soto del Real, cenan a las siete y media. A las ocho y media cierran sus celdas y no vuelven a salir hasta las ocho de la mañana del día siguiente. Esta Nochebuena cerca de 1.900 internos cenaron en la prisión. La mayoría de sus internos cumplen prisión preventiva: están esperando la celebración de juicio. Entre las mujeres, casi todas entraron por tráfico de drogas: mulas venidas de países suramericanos cargadas de droga ante la promesa de dinero rápido. "Haces lo que sea para que tus hijos no pasen hambre", explica una de ellas. Inmersos en las rutinas del centro penitenciario, ayer cenaron consomé, cordero, turrón, buñuelos y langostinos. En la imagen, uno de los internos espera en la cocina a que comience la cena.
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