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Reportaje:

Las huellas del paisaje

Una muestra explica el pasado de Galicia a través del impacto humano en el entorno

El paisaje que nos rodea no es el simple envoltorio de un sitio en el que pasan cosas. No es un telón de fondo, inmóvil, natural y ajeno a la vida. Esta es la premisa en la que se apoya la arqueología de paisaje, una rama de la investigación fósil que empieza a despuntar con fuerza en España. Los expertos aseguran que el espacio en el que vivimos es el resultado de la actividad humana y, por eso, da muchas pistas sobre cómo vivieron nuestros antepasados.

Paisaxes Culturais e Arqueoloxía da Paisaxe muestra algunas de estas huellas en un recorrido fotográfico y audiovisual por los ambientes tradicionales de Galicia. Una reconstrucción de los paisajes culturales del pasado a través del estudio de los yacimientos arqueológicos. La muestra, resultado de los 15 años de investigación del Laboratorio de Patrimonio (Lapa) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), girará el año que viene por las principales ciudades de las cuatro provincias gallegas.

La exposición analiza el patrimonio arqueológico más allá del yacimiento
Es el fruto de 15 años de investigación de un laboratorio del CSIC
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El quid de la cuestión está en cómo mirar. Cuenta Felipe Criado, responsable del Lapa y director científico de la exposición, que la arqueología, desde siempre, mira la realidad "a través de un canuto de boli Bic". Es decir, "ves todos los detalles de una cosa muy pequeña". La arqueología de paisaje, en cambio, no se limita a lo que se ve por el agujerito del bolígrafo. "No observamos los yacimientos tan detalladamente, pero sí cómo se relacionan en el espacio y entre ellos". Sólo de esta manera, ampliando el abanico de observación y apartando el foco de los fósiles, se pueden reconstruir los paisajes humanos del pasado. Sólo así se puede ver cómo se sobreponen uno tras otro, desde el Paleolítico hasta la actualidad. Sólo así, asegura Criado, se pueden descubrir formas de vida antiguas y entender la foto fija de los paisajes culturales que nos rodean.

Este es uno de los objetivos de la exposición, acercar el patrimonio arqueológico a los visitantes desde una perspectiva que trascienda el marco del yacimiento. "Hasta hace unos años, el paisaje era un campo de trabajo exclusivo de geógrafos y ambientalistas", cuenta Criado, "pero ahora está empezando a ocupar terreno en la arqueología". Los más de 200 técnicos que pasaron por el Lapa (uno de los grupos del Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento) y otros equipos científicos en Madrid, Jaén, Huelva y Barcelona están marcando las pautas de una línea de investigación arqueológica "todavía minoritaria, pero que empieza a ser reconocida internacionalmente", asegura el director del Lapa.

La exposición, inaugurada el pasado martes en Vilagarcía de Arousa, prueba el resultado de la actividad humana sobre el medio natural. En una imagen de las montañas de A Fonsagrada, por ejemplo, se pueden ver huellas de al menos cuatro etapas históricas. La más antigua está en los restos de mámoa -la primera muestra de la arquitectura monumental gallega- que marcan un paso a través de un cordal de montañas escarpadas. Es decir, un puerto de montaña del neolítico -de entre el 4000 y el 2500 antes de Cristo- característico del paisaje monumental. "Es en esta época cuando la sociedad actúa por primera vez sobre el medio para modificarlo", explica el comisario de la exposición, Carlos Otero.

Ese puerto de montaña lucense atravesaba el camino primitivo de Santiago. Por eso, se construyó allí mismo el Hospital Peregrino Vello de Montouto, huella de la era medieval (entre los siglos XI y XIV después de Cristo). El tercer paisaje que se ve en la foto es el tradicional, que desde el IV después de Cristo llega hasta la actualidad. La prueba es un muro de piedra que rodea una zona de pasto húmedo para el ganado doméstico. Los gallegos se iniciaban así en la especialización del trabajo. Un poco más arriba, en la cima de la montaña, se erige el símbolo del paisaje contemporáneo: un molino eólico, patrimonio de la era industrial, que muestra "la evolución de los usos del territorio y el aprovechamiento de los recursos naturales".

En conjunto, una postal que esconde los secretos de siglos y siglos de vida. La exposición, financiada con fondos del Plan Galego de I+D de la Consellería de Industria, es un primer ensayo de una muestra fija que el Lapa quiere inaugurar dentro de dos años. El objetivo, demostrar que no existe un paisaje natural.

Un campo de golf en Domaio, Moaña (Pontevedra).
Un campo de golf en Domaio, Moaña (Pontevedra).XURXO LOBATO

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