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La huelga parcial de autobuses coge desprevenidos a los usuarios

La CGT cifra el seguimiento del paro en el 100% y la empresa lo rebaja al 80%

Los ciudadanos de Barcelona volvieron a ser ayer los principales perjudicados de un nuevo paro de autobuses, ya que la mayoría no tenía conocimiento de su realización.

El área metropolitana vivió una huelga parcial entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde, y sólo circularon los servicios mínimos. La protesta, convocada por el sindicato CGT y secundada por CC OO y UGT, y de la que casi no se hizo difusión, pedía que la aplicación de los dos días consecutivos de descanso de los conductores acordada el pasado abril no implicara un aumento de la jornada diaria. Los conductores también reclamaban más servicio de autobuses, que, según ellos, se ha reducido desde el 15 de septiembre en el 5%, lo que implica una menor contratación de empleo estable. La huelga fue seguida por el 80% de los conductores, según Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), y casi por el 100%, según el sindicato organizador.

"Si no quieren trabajar ellos, que dejen trabajar a los demás, o por lo menos que haya servicios mínimos, que es lo que no he visto", lamentaba ayer Benvinda da Cruz, de 43 años, que aseguraba haberse visto afectada varias veces en las 18 jornadas de huelga que ha habido este último año. Como ella fueron muchos los usuarios que aguardaron en las marquesinas la llegada del autobús sin saber que la espera sería en vano.

La mayoría de afectados se quejaban de no haber sido informados de la huelga y de desconocer sus causas. De hecho, los carteles informativos del paro no se colgaron hasta ayer mismo y en ellos no se especificaban los servicios mínimos. Los sindicatos organizadores aseguran que TMB impidió que se pudiera difundir la información sobre la huelga con la debida antelación para avisar a los usuarios.

Durante las cinco horas de paró, sólo funcionó el 25% de las líneas como servicios mínimos y los pocos autobuses que circulaban iban a rebosar. A pesar de ello, durante la huelga no hubo incidentes destacables.

Asamblea

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Los conductores se congregaron alrededor a la una de la tarde en el interior del edificio histórico de la Universidad de Barcelona para celebrar una asamblea a la que asistieron unas 1.000 personas, según CGT. En la asamblea los trabajadores aprobaron por unanimidad -a través de una votación a mano alzada- una plataforma para la negociación del convenio colectivo. El presidente del comité de empresa, Saturnino Mercader, recalcó durante la asamblea que de momento descartan "entrar en un periodo de movilizaciones" y afirmó que no se convocarán nuevos paros "hasta que se crea necesario o hasta dentro de unos seis meses como mucho".

En la protesta, que terminó con un breve corte de la Gran Via, se habló también de las sanciones contra Saturnino Mercader y el delegado de CGT, Josep Garganté, a los que TMB ha denunciado y suspendido de empleo y sueldo durante cuatro días acusados de difundir información de la empresa.

En un comunicado, TMB calificó la huelga de innecesaria y señaló que los argumentos utilizados por los sindicatos eran falsos: "No hay ninguna reducción del servicio ni vulneración del convenio".

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