La ONU denuncia los abusos contra los menores en Afganistán
Un informe de Ban acusa a todas las partes de vulnerar los derechos del niño
Los niños son el sector más vulnerable de la sociedad. Por eso, no sorprende que en un país sumido en el caos, como Afganistán, sean las víctimas más indefensas. Lo que resulta inquietante es que sus derechos no sólo los vulneren los talibanes y otros grupos insurgentes, sino también el Gobierno de Kabul y el Nuevo Ejército Afgano, cuya formación corre a cargo de instructores occidentales. E incluso, en algunos casos, las propias tropas de EE UU y la OTAN.
Así lo recoge el primer informe del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre los derechos de la infancia en Afganistán, fechado en noviembre pasado, que denuncia "graves violaciones perpetradas contra los niños". Aunque el panorama es sobrecogedor, el propio documento admite que, dadas las dificultades para obtener información, la realidad puede ser aún peor.
En sus recomendaciones, el informe pide al Gobierno afgano y a las fuerzas internacionales -de las que forman parte 778 soldados españoles, integrados en la misión de la OTAN- que incluyan en sus normas de conducta "medidas especiales para la protección de los niños" y que garanticen la aplicación de los derechos del menor a los detenidos de menos de 18 años.
Éstos son los principales puntos del informe, que fue elaborado a partir de la visita a Afganistán de una representante de Ban Ki-moon y un responsable de Unicef el verano pasado:
- Reclutamiento forzoso. Aunque en Afganistán la edad mínima para ser militar o policía es de 18 años, "hay sospechas de que hay niños en las filas de la policía nacional auxiliar", por la falta de comprobación de la edad de los aspirantes. El informe alega que no ha podido confirmarse que se envíe a menores a operaciones de combate. Pero constata que siete adolescentes trabajaban en el cuartel general de la policía en una provincia del norte y otros dos en el sur. La recluta forzosa de menores es practicada por varios de los casi 2.000 grupos armados, algunos aliados del Gobierno de Kabul. "El reclutamiento de niños o la mera amenaza", agrega, "fue una de las causas del desplazamiento de 10 familias en la provincia de Baghdis", bajo responsabilidad española.
- Niños suicidas. La misión de la ONU ha documentado casos de niños utilizados por los talibanes para cometer atentados suicidas. "A la mayoría, de entre 15 y 16 años, se les engañaba, se les prometía dinero o se les forzaba", dice el documento. El 16 de mayo, un niño de 12 años se acercó con los brazos extendidos a un control de la policía en Kandahar. Se cree que su chaleco explosivo fue activado por control remoto.
- Detención de menores. Un menor, que había ingresado en la policía, fue capturado por los talibanes. Cuando éstos lo dejaron libre, fue encarcelado bajo la acusación de cooperar con el enemigo. Es sólo uno de los 28 casos conocidos de octubre de 2007 a julio de 2008. En contra de lo que dispone el código afgano del menor, se les acusó de delitos contra la seguridad nacional. El más joven sólo tenía 12 años. El informe dice que hay "casos de tratos crueles infligidos a menores" en la Dirección General de Seguridad de Kabul.
Tampoco las fuerzas internacionales se libran. EE UU ha reconocido que tiene a 10 menores retenidos en la base de Bagram, donde no se permite acceder a las organizaciones de derechos humanos ni a la ONU, y otros ocho fueron trasladados a Guantánamo a partir de 2002. EE UU alega que "no tenía una política concreta respecto de los menores arrestados". Un muchacho de 17 años pasó un mes incomunicado en un Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT), cuya nacionalidad no se identifica.
- Atentados y bombardeos. Muchos de los 1.772 civiles muertos de agosto de 2007 a julio de 2008 son niños. En noviembre del año pasado, 52 escolares y cinco maestros murieron en el tiroteo que siguió a un ataque talibán. El 6 de julio último, 30 de los 47 muertos en el bombardeo por la OTAN de una boda eran niños. Los talibanes, que impedían la escolarización de las niñas cuando estaban en el poder, han convertido las escuelas en objetivo prioritario de su guerra contra el Gobierno. En sólo 12 meses, 230 han sido incendiadas. La expansión de su poder en el sur de Afganistán está impidiendo la escolarización de 300.000 niños, según ha reconocido el Gobierno afgano.
- Abusos sexuales. "Se han recibido noticias fiables sobre el abuso y explotación sexual de menores, sobre todo varones, por miembros de las Fuerzas Armadas y los grupos irregulares", dice el informe, que relata el caso de dos policías detenidos por abusar de un niño de 15 años, que salieron libres tras pagar un soborno. Recuerda además la costumbre, conocida como bacha baazi o juego con chicos, que consiste en mantener secuestrados a muchachos para el divertimento sexual de los señores de la guerra, los jefes de los clanes armados.
Visita a las tropas españolas
La ministra de Defensa española, Carme Chacón, y el de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajaron anoche a Afganistán, donde tenían previsto visitar hoy a las tropas españolas, acompañados por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Julio Rodríguez. Estaba previsto que viajara también el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero al final decidió quedarse en Madrid para intentar cerrar un acuerdo sobre la financiación autonómica.
Los ministros visitarán la base de Herat (al oeste), la mayor del contingente español, formado en total por 778 militares. El Gobierno ha descartado, por problemas de seguridad y por las duras condiciones meteorológicas de la zona, que la delegación viaje a Qala-i-Naw, donde se encuentra el equipo de reconstrucción provincial bajo responsabilidad española.
Es la tercera vista a Afganistán que realiza Chacón desde que tomó posesión del cargo el pasado 14 de abril. La primera la hizo el 19 de abril, un mes antes de dar a luz a su hijo. La segunda fue el pasado 10 de noviembre, para repatriar los cadáveres de dos soldados españoles muertos en un atentado suicida.
La visita coincide con un grave deterioro de la seguridad en Afganistán, que ha vivido su año más sangriento desde la caída del régimen talibán en 2001, y con el anuncio de EE UU de que doblará sus tropas hasta 60.000 soldados en la próxima primavera.
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