Fallece Elsa Fàbregas, la voz de Escarlata O'Hara y la Bruixa Avorrida
"A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre". Es una de las frases más populares del cine: Viven Leigh haciendo de Escarlata O'Hara en Lo que el viento se llevó. Pero la entonación, la fuerza y el sentimiento con que resuenan en el imaginario de los cinéfilos de lengua castellana fue mérito de la actriz catalana Elsa Fàbregas, decana de los intérpretes de doblaje españoles, que falleció ayer a los 87 años.
Su debut en el oficio cuando era apenas una niña, en 1935, en la película El pequeño Jacques, explica que finalmente interviniera como dobladora en más de 700 filmes. Jugaba con ventaja: era la hija de Emili Fàbregas, el famoso Señor Dalmau radiofónico que hacía pareja artística con el Señor Viñas en la década de 1950. Su dominio tanto del castellano como del catalán permitieron que, desde su Dorothy de El mago de Oz, donde doblaba a una jovencísima Judy Garland, fuera para siempre y para todos la voz de Doris Day, Bette Davis, Sofia Loren, Katherine Hepburn y, con los años, también la particularísima Bruixa Avorrida de la internacional serie televisiva catalana Les tres bessones.
"Acompasar la voz a los movimientos faciales de los actores es el gran qué del talento del doblador: hay que pegarse al muñeco", resumía con humor el oficio quien admitió que con quien lo pasaba francamente mal era con Bette Davis ("a esa mujer no la acaba de entender nunca") y, en general, con las inglesas más que con las norteamericanas. También se vio obligada a poner un día voz a temperamental Lola Flores, que al oírse exclamó: "¡Qué dezaboría!". Nadie es perfecto.
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