Eluana Englano
Cuenta la historia que el filósofo italiano Cremonini se negó a acercar su ojo al telescopio de Galileo para no verse obligado a admitir la existencia de los planetas mediceos. Cremonini revive hoy en la sonrisa de Il Cavaliere. Berlusconi, desafiando una sentencia del Tribunal Supremo, prohíbe la muerte digna de Eluana Englano, en estado vegetativo irreversible desde hace 17 años. De esta manera, Il Cavaliere se niega a aceptar que la vida no es propiedad divina. Se niega a ver la realidad para no alejarse así de su tribuna de Padre Salvador.
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