150 objeciones de alumnos

La Universitat de València elevó hace varias semanas a exposición pública las primeras 18 propuestas de grado, pactadas en cada facultad, para que la comunidad universitaria presentara las correcciones que considerase necesarias. El plazo se cerró el lunes con un total de 300 alegaciones. La mitad de ellas fueron promovidas por alumnos. Algunas de ellas provienen de las asambleas de estudiantes que se oponen al proceso de Bolonia y otras, en cambio, afectan a "cuestiones menores" de la nueva ordenación de las carreras, indican fuentes de la universidad.

Una vez resueltas, las propuestas serán remitidas a la agencia nacional de acreditación (Aneca), que informará (favorable o desfavorablemente) sobre ellas. Acto seguido pasarán al Consejo de Universidades y, si las aprueba, serán enviadas a la Generalitat, que tiene la competencia de autorizar o no la implantación.

Los 18 proyectos de grado cuya exposición pública ha terminado no representan ni el 30% de las 66 titulaciones de primer y segundo grado con las que actualmente cuenta la universidad. Un número que apenas variará con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Y eso significa que, si quieren llegar a tiempo para el curso que viene, las facultades tienen que pisar a fondo el acelerador, ya que en febrero concluye el plazo para mandar las solicitudes a la Aneca. Los alumnos podrán acabar las carreras en los planes de estudio con las que hayan empezado (licenciaturas, diplomaturas o ingenierías) o, en algunos casos, solicitar el cambio al nuevo modelo de grado.