De los musicales pícaros al teatro clásico de Moratín

La oferta teatral es amplia estas Navidades, aunque destacan como nunca los musicales. En Barcelona, Fama, el musical (Teatro Apolo) , Mamma Mia, (Teatro Musical) La corte del Faraón (Sala Muntaner) Spamalot (Teatro Victoria). En Madrid, el abanico va desde el terrorífico y excelente montaje de Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet (Teatro Español) hasta la divertida compañía La Cubana con el ya veterano, Cómeme el coco, negro (Teatro Compac Gran Vía). Y en la misma línea musical, quien quiera escuchar la voz de Mercè Rodoreda en su centenario puede hacerlo a través de la adaptación musical que Dagoll Dagom ha realizado de la obra Aloma (Teatro Nacional de Catalunya).

Dentro de la comedia, pero sin música, destacan en Barcelona la adaptación de la comedia Los Chicos de Historia, de Alan Benett, dirigida y protagoniza por Josep Maria Pou (Teatro Goya) o el nuevo espectáculo del grupo Comediantas, L'Iu i els números. Num3r@lia, dedicado a los niños y jóvenes (Cosmocaixa).

Los que se encuentren estos días en Alicante deberían aprovechar la función única de la Fura dels Baus. La compañía catalana presenta en el Palau de Altea su último espectáculo Boris Gudunov el domingo 21 de diciembre. El Teatro Principal de Valencia despedirá la temporada con la obra El circo de la mujer serpiente, de la compañía Ananda Dansa, en el que se entremezclan los elementos típicos del mundo circense con la coreografía desarrollada por bailarines profesionales.

Quienes deseen un duelo interpretativo con humor pueden acercarse en Madrid a ver Una pareja de miedo (Teatro Reina Victoria), con Josema Yuste y Florentino Fernández. También con el gancho de actores populares, Un dios salvaje, (Teatro Alcázar) retrata en tono agridulce las relaciones de pareja con un cuarteto integrado por Maribel Verdú, Aitana Sánchez-Gijón, Pere Ponce y Antonio Molero.

Y para toda la familia, la pieza Betlem de Tirisiti, una representación de títeres de varilla en la que se unen escenas tradicionales religiosas con otras cotidianas, en el Teatro Alcoi de Alicante. En Madrid, para los amantes de clásicos vistosos y atractivos, la Compañía Nacional de Teatro Clásico ofrece La comedia nueva o el café, de Moratín (Teatro Pavón). O una joya de teatro medieval para aficionados exigentes, Auto de los Reyes Magos (La Abadía).

Los amantes de la danza flamenca pueden ver, también en Madrid, a Antonio Canales interpretando al personaje más popular de la obra lorquiana en la adaptación de La casa de Bernarda Alba, un espectáculo dirigido por Lluís Pasqual (Teatro de Madrid). El Ballet Biarritz promete sendas noches de seducción en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián el 26 y 27 con dos piezas basadas en dos mitos: Don Juan y Carmen. En Barcelona la apuesta en danza es una: FlexelF de Àngels de Margarit y Cía. Mudances (Mercat de les Flors).