Un 'rap' por la convivencia
Latin Kings y Ñetas de Barcelona presentan un disco en Casa de América
"En los tiempos de la guerra entre Latin Kings y Ñetas me preguntaron que de qué pandilla era, y les dije: 'Yo soy llanero, llanero solitario, ando solo para evitar problemas". Así se expresa Edgar, ecuatoriano de 27 años. Pantalones anchos, bigotillo y barba fina. No es de los Latin Kings ni de los Ñeta, pero sí parte del proyecto Unidos por el flow, una experiencia que ha conseguido lo imposible en el Nou Barris de Barcelona: juntar dentro y fuera del escenario a jóvenes pertenecientes a estas tribus juveniles.
El grupo presenta hoy, a las cinco de la tarde, en la Casa de América su disco, un documental y una obra de teatro, resultado de tres años de trabajo conjunto, con la orientación de Xaime López -Chispón-, del Kasal de Joves de Roquetes, y jóvenes del Kasal de Prosperitat.
Unos 60 jóvenes han aprendido a componer en talleres de 'dj'
"Que nuestro trabajo sirva para limpiar nuestra imagen", dice uno de ellos
Queen Melody tiene 34 años y también es ecuatoriana. "Juramentó" con los Latin Kings en su país y nada más llegar se integró en el núcleo de Nou Barris, adonde llegó "por amor". "Mi novio también es latin y se había venido dos meses antes, en 2003; después vine yo". Es la presidenta de la asociación de reinas y reyes latinos de Barcelona, una organización reconocida desde 2006 por el Ayuntamiento, que se dedica a "ayudar a los jóvenes y a organizar actividades deportivas y culturales", dice Melody, una de las compositoras y raperas incluidas en el disco. "Creo que con este proyecto la visión de la sociedad sobre nosotros ha cambiado, pero somos los mismos de siempre. Me cuesta decir que ahora somos legales, porque creo que nunca hemos sido ilegales", cuenta la mujer, que en realidad se llama Erika Jaramillo. "No niego que en la comunidad latinoamericana hay machismo, pero no es especialmente diferente del que existe aquí. Yo no he sentido ese machismo entre los Latin; de hecho, fueron mis compañeros quienes me eligieron como presidenta", afirma.
La exclusión, el racismo, la inmigración, pero también lo positivo que los une, el amor por la música y la poesía, ha permitido que Latin y Ñetas se encuentren para "escupir en hip-hop", según cuenta Chispón, "su propio mensaje" en 16 temas. De la mano de Arnold Marian Bevries, Ragatek, y Fernando Redondo Miranda, Dinky, ambos artistas y productores, unos sesenta jóvenes han aprendido a rapear y componer a través de talleres de dj, canto y producción musical. Todo en su propio entorno, Nou Barris, un recipiente de inmigración desde su fundación en la periferia barcelonesa hace más de 30 años.
Para el antropólogo Carles Feixa "la violencia se puede combatir desde la cultura más que con medidas policiales", en referencia a la decisión de la Audiencia de Madrid, que en junio de 2007 decretó la disolución de este tipo de bandas. "Los Mossos d'Esquadra en Barcelona reconocen que si bien no se han eliminado del todo los enfrentamientos -y hay que tener en cuenta que tienen causas más profundas-, Unidos por el flow ha mejorado la convivencia en la zona". Bárbara Scandroglio, profesora de psicología social de la Universidad Autónoma de Madrid, cree que "los inmigrantes que forman parte de una banda tienen más ganas de integrarse que los autóctonos y no hay que verlos como una amenaza". Sin embargo, "no se conoce de iniciativas como la de Nou Barris por parte de las instituciones en Madrid", dice Amparo García, responsable de temas de inmigración de la Casa de América.
Alberto lleva tatuado un rosario con cuentas en forma de corazón en el pecho, que culmina en una cruz en la que en lugar de INRI se lee Asociación Neta. Llegó de Ecuador hace nueve años, sin amigos ni conocidos, y encontró entre los Netas un espacio para integrarse. "Nunca he escondido que soy ñeta, sé que en Madrid es diferente y que los compañeros prefieren que no los identifiquen por la imagen que se tiene de ellos. Yo espero que el trabajo que estamos haciendo en Nou Barris sirva para limpiar nuestra imagen y que nuestros hermanos de Madrid también se integren en este tipo de procesos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.