"Los mayores no son más 'tecnofóbicos' que los demás"
Andrew Sixsmith se considera un "científico social" que está investigando un campo en plena expansión. Catedrático y director del Centro de Investigación de Gerontología de la Universidad Simon Fraser de Canadá, este británico aboga por un "envejecimiento activo" en el que la tecnología permita a los mayores mejorar su calidad de vida y prolongar su independencia. Sixsmith ofreció ayer en el BEC baracaldés la conferencia inaugural del congreso sobre tecnologías para la accesibilidad y de apoyo a las personas dependientes AbleTech'08.
Pregunta. ¿Qué impacto tendrán estos avances en la vida cotidiana de los ancianos?
Respuesta. El colectivo es muy diverso, y no hay que pensar que los mayores son más tecnofóbicos que los demás. A menudo, la gente no tiene las habilidades básicas para utilizarlas. Las personas mayores podrían beneficiarse de las ventajas de hacer la compra a través de Internet, por ejemplo. Por eso es muy importante formar a los que lo necesitan, pero también que el mercado y las empresas piensen más a menudo en los mayores: los móviles tienen pantallas y botones demasiado pequeñas para algunos. Hay que diseñar aparatos más atractivos, que no estigmaticen a quienes los usen. Y las empresas tienen que apostar por ellos. Hace un par de años, una compañía austriaca intentó vender un teléfono especial para ancianos y no encontró a nadie que quisiese comercializarlo.
"En el Reino Unido, los mayores son quienes más horas están conectados"
P. ¿Cuáles son las tecnologías que tienen mayor impacto?
R. El cambio ya está aquí porque, por ejemplo, la mayoría de la actividad social de los ancianos se realiza a través del teléfono en Europa. Las cosas simples pueden tener un gran impacto. Hay pacientes con demencia que olvidan hasta cómo se prepara una taza de té. Ya se está trabajando en sistemas que acompañen al afectado recordándole los pasos que debe seguir para cualquier actividad o cuándo tiene que tomar su medicina. Los videojuegos también están teniendo gran acogida. Consolas como la Wii están siendo incluidas en sistemas de entretenimiento multimedia para residencias de ancianos en Canadá. También están surgiendo aparatos del tipo exoesqueletos, que permiten a los mayores realizar tareas que antes les requerían demasiado esfuerzo.
P. ¿Pueden todos estos avances llegar a reemplazar la red social familiar que antes se encargaba de la atención de los mayores?
R. En los países desarrollados tenemos la falsa impresión de que el bienestar de los mayores ya no le importa a las familias. Nuestros estudios indican que las familias siguen queriendo cuidar de los suyos, pero les cuesta compaginarlo con el trabajo y otros compromisos. En Canadá es habitual tener ayuda de un profesional que ayuda a organizar las tareas y permite que haya siempre alguien cerca en caso de que el familiar necesite ayuda.
P. ¿Qué se puede hacer para reducir la brecha digital entre generaciones?
R. Se sorprendería de la cantidad de mayores que utiliza las redes sociales. En el Reino Unido, el segmento donde más está creciendo el uso de Internet es el de la tercera edad. También se encuntran entre quienes más horas pasan conectados, incluso más que los jóvenes.
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