La estadística y el ardor castrense

Humilde, sobrio, con altos muros de cemento y casi uno de cada tres de sus estudiantes de origen extranjero. Así es el colegio Jaime Vera de Torrejón de Ardoz, el único centro público de Primaria de la Comunidad de Madrid que logró que el 100% de sus alumnos aprobasen las pruebas de Lengua y Matemáticas de 6º de Primaria.

Secretos, pocos: los giros de la estadística, en parte. Una estadística que no incluye a los alumnos de compensatoria: inmigrantes que no conocen el idioma, niños que se han incorporado tarde al sistema educativo, gitanos que estaban sin escolarizar o niños con necesidades especiales. En el Jaime Vera, de todos ellos hay muchos.

En el centro, en 6º de Primaria, cuando se realizaron las pruebas -en mayo- sólo había una clase con 25 alumnos. De ellos, siete eran de compensatoria, por lo que no computan en la estadística, y tres no se presentaron a las pruebas, según fuentes del centro. Así que ese 100% de aprobados sólo tiene en cuenta a 15 alumnos.

La directora del centro, Margarita Corral, se sorprendía ayer de la noticia. "En el grupo de sexto del año pasado", explicaba Corral, "había tres rumanos y un boliviano. Aunque los alumnos del Este puedan tener problemas con el idioma, resultan ser unos linces en matemáticas, por ejemplo. Son muy rápidos y sus padres también se implican mucho", decía tratando de buscarle una lógica a los resultados. "No tenemos ningún secreto", insistía, "el grupo era muy bueno, los alumnos tenían continuidad en el centro, los padres estaban muy implicados en la educación de sus hijos y nosotros trabajamos para que al alumno no le falten oportunidades de aprender", aseguraba la directora.

El director del colegio Nuestra Señora de Loreto es un coronel. Pero eso no quiere decir que los chavales icen bandera y se cuadren antes de empezar las clases, aclara entre risas el director técnico de Infantil y Primaria, Borja Fraile. Suyo es, en parte, el mérito de haber conseguido que los 60 alumnos de sexto que se presentaron a la prueba la aprobaran. "Te llena de orgullo", decía ayer en un colegio casi vacío. Era 10 de diciembre, el día de la patrona del ejército del aire. La fiesta del Loreto, como se conoce en el barrio a este colegio privado de San Blas en el que estudian más de 600 alumnos. Todos -ese es el requisito indispensable-, hijos o nietos de militares o bien del personal civil del Ministerio de Defensa.

Es un colegio privado, que no caro. Las familias pagan unos 130 euros mensuales, 50 de los cuales son para manutención. Todos los niños se quedan a comer porque muchos llegan de Torrejón y de Alcalá. Juegan a fútbol, baloncesto, frontenis, practican atletismo y nadan sin salir del recinto. Incluso cuando llueve, en el polideportivo cubierto. La tasa de alumnos inmigrantes aquí es cero. La media de estudiantes por clase está este curso en 17. Los profesores son "muy experimentados", destaca Fraile, lo que, estadísticamente hablando, equivale a que rondan los 50 años de media.

En el Loreto nadie se extraña de las buenas notas. Será porque en Selectividad también aprueba casi el 100%. "Tenemos unos alumnos privilegiados", concede Fraile. ¿Será por el ardor castrense? No, la explicación es simplemente "mucha exigencia de esfuerzo". Tanta que, al recibir los resultados de la prueba -un 31,55 de media- hicieron una evaluación. "Seguro que en algo podemos mejorar".