Iturbe ratifica que la Kutxa entrará "en guerra" con la BBK y la Vital

El presidente de la Kutxa, Xabier Iturbe, dejó claro ayer su intención de entrar a comentar la fallida alianza con la BBK. Mucho más suelto que en su comparecencia del pasado viernes tras el fracaso del proyecto, cuando tuvo que anunciar con gesto muy serio que la asamblea de la caja guipuzcoana había rechazado la unión por cuatro votos, Iturbe optó por explayarse ante medio millar de empresarios reunidos en San Sebastián y dejar patente la realidad que se ha abierto: "El proyecto [de la fusión] lo han matado", y ahora no queda otra opción que entrar "en guerra" entre las tres cajas vascas, que hasta ahora habían respetado sus respectivos territorios.

"El gran perdedor de la no fusión es el país en general", dijo el presidente de la Kutxa, para quien la pérdida no resulta cuantificable, aunque afectará "en términos de coste de oportunidades" para hacer frente a la actual crisis desde una posición más fuerte. Tras despejarse la "incertidumbre" sobre la integración de ambas entidades, Iturbe apuntó que el proyecto ha sido abortado, aunque la idea de unir las cajas "continúa".

"Han matado el proyecto de fusión, pero la idea continúa"

Las tres entidades deberán ahora afrontar su negocio por separado, destacó Iturbe, y entrar en competencia entre sí: "Si vamos solos, lo hacemos con todas las consecuencias. Por supuesto que tendremos que abrir oficinas en Vizcaya y en Álava. Vamos a entrar en guerra entre nosotros", manifestó.

Las cajas están obligadas a expandirse en territorios limítrofes, recordó el presidente de la Kutxa, tras la multa de 24 millones de euros que el Tribunal de la Competencia impuso en 2007 a las tres firmas vascas y a Caja Navarra por mantener durante 15 años un pacto de no agresión. "Como no vayamos" a Vizcaya o a Álava, "nos meten una sanción de cien millones", advirtió. En este sentido, subrayó que la Kutxa se halla "fuerte" y con liquidez suficiente para competir en solitario, "quizás no para jugar la Champions League, pero sí en la Primera División".

Iturbe aprovechó para criticar a quienes votaron no y ahora abogan por abordar un proyecto para integrar a las tres cajas. "A mí me suena un poco a que están intentando lavar la conciencia, porque tienen un sentimiento de culpa", apuntó sin citar a los dirigentes socialistas y populares: "Los que han votado no, para mí no tienen credibilidad".

La portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, también arremetió contra el PSE y PP por no tener "ningún empacho en unir sus votos" con los representantes de la izquierda abertzale para "boicotear" la operación financiera. Acusó a los primeros de actuar por impulsos "partidistas y electoralistas" y lamentó que brindasen para celebrar el fracaso del proyecto integrador.

Azkarate se resignó ante una eventual entrada de cada caja en las provincias vecinas porque "algunos no les han dejado otra opción". El presidente de EA, Unai Ziarreta, apeló a la responsabilidad de los rectores de las tres entidades para que eviten disputarse el negocio bancario en Euskadi pues ello traerá "más fragmentación".

El líder de los socialistas de Guipúzcoa, Iñaki Arriola, salió al paso de unas declaraciones del diputado general de esa provincia, Markel Olano, quien censuró a los partidarios del no su "incapacidad de entender el bien común". Arriola le recordó que la fusión falló porque el PNV no cerró el consenso preciso. No obstante, volvió a tender la mano para intentar una fusión con amplio acuerdo social, político, institucional y territorial.