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Los Mossos acusan cada día a 22 conductores por delitos de tráfico desde la reforma penal

Jesús García Bueno

Desde que algunas infracciones al volante son delito, a los Mossos d'Esquadra se les ha multiplicado el trabajo. A los juzgados, también. Hoy se cumple un año de la entrada en vigor de la reforma del Código Penal. En este tiempo, la policía ha acusado por delitos de tráfico a 8.061 conductores. O lo que es lo mismo, a 22 cada día. Sólo una cuarta parte de esas personas acaban detenidas y tienen que visitar la comisaría. En la inmensa mayoría de casos, las penas de cárcel previstas se conmutan por trabajos en beneficio de la comunidad, una multa y la retirada del carnet.

Pese al endurecimiento de los castigos y las campañas de sensibilización, el alcohol sigue dominando la carretera. Más de la mitad de los 10.860 delitos imputados por los Mossos son por conducir en estado de embriaguez, según los datos facilitados ayer por el Servicio Catalán de Tráfico (SCT). O mejor dicho, de gran embriaguez: conducir con una tasa de alcohol en sangre superior a los 0,60 miligramos por litro de aire aspirado -casi el triple del límite máximo- es un delito castigado con penas de hasta seis meses de cárcel.

Conducir sin permiso -por no tenerlo, por perder todos los puntos del carnet o por tenerlo retirado por vía judicial- es el segundo comportamiento más castigado. Y eso que, en este aspecto, la reforma penal aprobada en el Congreso entró en vigor en mayo. En apenas siete meses, los Mossos han imputado 2.800 delitos por conducir sin carnet, el 25% del total.

Otros 1.000 delitos de tráfico fueron a parar a personas que conducen de forma temeraria o que ponen en "grave riesgo" al resto de conductores. Estas conductas se pagan con hasta cinco años de cárcel.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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