El Parlamento afronta su último mes con 13 leyes para debatir

El trabajo se le acumula al Parlamento en su último mes de trabajo, que comienza hoy mismo. Hasta trece proyectos de ley se encuentran encima de la mesa, incluyendo el de Presupuestos, que tiene prioridad a la hora de la tramitación. Previsiblemente, la Cámara echará la persiana de la legislatura cuando se aprueben los Presupuestos, el próximo día 29. Según los plazos establecidos por la Ley de Elecciones, si los comicios se celebrasen el 1 de marzo, la Cámara se tendría que disolver el 4 de enero. Aunque la fecha electoral se retrase, es improbable que se habilite el mes de enero para trabajar, dado que es tradicionalmente inhábil para la actividad parlamentaria.

El atasco que vive la Cámara dejará fuera muchas de los proyectos ante la falta material de tiempo para su debate. El Gobierno ha tratado de maquillar su gestión durante los últimos tres meses remitiendo prácticamente cada semana algún proyecto de ley, a sabiendas de que no van a poder ser siquiera tramitados. Y a esos proyectos que se van acumulando hay que sumar los anuncios que han realizado algunos consejeros sobre sus intenciones de mandar más, como los de Vivienda y la reforma de los modelos lingüísticos.

De los 13 proyectos pendientes, los que tienen más visos de salir adelante son los de Presupuestos (ya hay un acuerdo entre el tripartito y el PSE), el de Servicios Sociales (acuerdo entre el tripartito, PSE y Aralar), apoyo a las familias (tripartito y PSE) y Garantía de Ingresos (tripartito y PSE). En cambio, otros como los proyectos de ley Municipal, de Juventud o de Puertos es seguro que decaerán.

Reforma del Reglamento

Además, hay otro tipo de iniciativas en apuros. Es el caso de la reforma del Reglamento de la Cámara, sobre la que los partidos han acordado una reforma parcial, dejando fuera las cuestiones que les separan y donde el pacto es imposible, como la jura o el acatamiento de la Constitución por parte de los parlamentarios al acceder al escaño.

Los dictámenes de las comisiones de investigación del Guggenheim y Balenciaga también deben ser votados en pleno. La duda es si se convocará uno monográfico para cada uno o se incluirán como puntos del día en los cuatro ordinarios previstos para este mes.

Varios factores explican esta sobreabundancia de trabajo para la Cámara cuando menos tiempo tiene para el debate. Por un lado, la consulta soberanista en la que se ha enfrascado el lehendakari durante buena parte de la legislatura y, por otra parte, la minoría parlamentaria del Ejecutivo, que le retrajo a la hora de mandar textos.