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Casas cuartel que amenazan ruina

Muchas sedes de la Guardia Civil resultan inadecuadas para atender a una población de dos millones de personas - Sanidad ha cerrado calabozos

F. Javier Barroso
A la izquierda, humedades en unas dependencias de la Guardia Civil. En el centro, unos vestuarios usados como archivo. A la derecha, humedades y suciedad en un servicio.
A la izquierda, humedades en unas dependencias de la Guardia Civil. En el centro, unos vestuarios usados como archivo. A la derecha, humedades y suciedad en un servicio.AUGC

Humedad, falta de mantenimiento, escasez de material de oficina y ausencia de calabozos para custodiar a los detenidos. Es la grave situación que padecen los agentes de la Guardia Civil en muchos de los 75 puestos y casas cuartel de la región. El problema es tan grave que algunos arrestados tienen que ser trasladados a decenas de kilómetros ante la carencia de medios que sufre el instituto armado. Así lo ha denunciado la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), que reclama soluciones inmediatas y que se clausuren la práctica totalidad de los edificios, que no han sido reformados desde hace décadas.

En la región prestan servicio unos 4.000 guardias civiles que se encargan de la seguridad de 1,8 millones de madrileños. Eso por población censada, ya que muchas urbanizaciones son segundas residencias y el número de habitantes se dispara en las épocas festivas, en especial en verano. Por eso, el principal problema del instituto armado es que hay mucho territorio y poca población (si se la compara con la que abarca el Cuerpo Nacional de Policía), lo que se traduce en una gran dispersión. A eso, se suma la grave carencia de medios, que detalla un estudio de la AUGC sobre el estado de los puestos y casas cuartel de la región.

- Los faxes. Todavía hay puestos de la región que carecen de un simple fax para enviar la documentación o para recibir las órdenes que tramitan los diferentes juzgados. Eso se traduce en que algunos, como los de Los Molinos, Cerceda, Cercedilla o Becerril de la Sierra tienen que desplazarse hasta Guadarrama para enviar o recibir un fax. Eso, o pedir el favor a los policías municipales de turno y hacerlo desde las dependencias de éstos o desde el Ayuntamiento de su municipio. En algunos casos, los consistorios les han regalado algún aparato ya anticuado pero en servicio.

- Los detenidos. Los responsables de la Consejería de Sanidad han ido cerrando la mayoría de los calabozos ante la falta de higiene y de salubridad. En muchos de ellos se hallaron ratas y cucarachas, que propician las humedades de los edificios, según la AUGC. Por eso, si una persona es detenida en San Martín de Valdeiglesias tiene que ser trasladada hasta el puesto principal, en este caso, en Villaviciosa de Odón. Además de pedir el permiso al juez, es preciso que dos guardias hagan un trayecto de una hora para dejarlo y otro para recogerlo al día siguiente, cuando pase a disposición judicial. Eso supone dejar a una patrulla fuera de servicio más de dos horas. "El traslado se hace muchas veces en coches sin mampara o con sólo tres puertas con el riesgo para los guardias", explica el secretario regional de la AUGC, Joaquín Cánovas.

- Ordenadores e Internet. Algunos puestos sólo tienen un ordenador para 15 guardias. Y en los que hay más, sólo uno está conectado a la red interna de la Guardia Civil. El resto no puede consultar las bases de detenidos, las denuncias y las órdenes de búsqueda. Hace unos dos años, la Dirección General de la Guardia Civil decidió suprimir el acceso al ciberespacio, según la AUGC. Esta falta de medios se traduce en que los trámites se ralenticen.- Las oficinas de denuncias. La falta de personal se ha traducido en que las oficinas de denuncias de los puestos cierren por la noche. Y las deplorables condiciones en que se encuentran las dependencias han hecho que los guardias hayan pagado de su bolsillo la pintura y hasta los muebles de oficina, según la AUGC.

En Collado Villalba, los detenidos están pegados a la oficina de denuncias y los ciudadanos tienen que aguantar los gritos y los insultos de los arrestados. En ocasiones, alguno ha llegado a orinarse y vomitar. "En Miraflores de la Sierra no hay ni sillas para que se sienten los ciudadanos", añade una responsable de la AUGC.

El acceso de las personas con algún tipo de discapacidad tampoco resulta fácil en muchos casos. Se trata de edificios que fueron construidos en algunos casos a principios del siglo anterior y carecen de rampas de entrada. En esos casos, los guardias salen a la entrada del cuartel a tomar la declaración al denunciante.

- Cuarteles almacén. En Boadilla del Monte, el cuartel se ha convertido en un improvisado depósito judicial. Allí se acumulan decenas de vehículos requisados por delitos de drogas o en accidentes durante años. Su estado recomienda que sean achatarrados de inmediato. A eso se une que están en el patio del cuartel donde corretean los hijos de los guardias, según la AUGC.

Otro caso es el puesto de Anchuelo, donde prestan servicio 10 guardias. El edificio tiene más de 60 años y no ha recibido en ese tiempo ninguna reforma importante. En el puesto de tráfico de Leganés, llevan tres años sin calefacción. Hasta hace poco tampoco podían poner muchos calefactores los días de frío porque saltaban los plomos.

- Las casas. Muchas de las viviendas que reciben los guardias necesitan un buen lavado de cara para residir en ellas. Fuentes de la AUGC cuentan cómo un agente tuvo que desembolsar 15.000 euros de su bolsillo para cambiar la electricidad, los suelos, las conducciones de agua y pintar la casa para habitarla. Además, estos pisos no llegan ni al 25% de los funcionarios. "Lo que supone una clara discriminación laboral respecto al que se tiene que pagar su casa de un mismo sueldo", critica el secretario regional. En otros, la situación es tan lamentable que no se pueden ni utilizar estas dependencias. En Cenicientos, por ejemplo, los responsables del instituto armado se comprometieron a reformarlo, pero aún no ha aparecido ningún obrero.

Para solucionar la situación haría falta una fuerte inversión para adecentar estos puestos por parte de la propia Guardia Civil. Ésta depende del presupuesto que recibe del Ministerio del Interior. La mayoría de los edificios no ha recibido ni un euro en años, por lo que han degenerado a gran velocidad. Fuentes del instituto armado explicaron que la situación no es tan grave como la pinta la AUGC, aunque reconocieron que existen problemas en algunos municipios. También recordaron que hay puestos nuevos como el de Rivas. A ello se une un reciente acuerdo firmado con la Comunidad de Madrid que recoge una fuerte inversión (aún no cuantificada) para reformar cuarteles y la construcción de otros nuevos, en Majadahonda, Colmenar Viejo, Arganda o Valdemoro. También el Gobierno central ha anunciado 400 millones de euros para las casas cuartel de España. Una parte será para Madrid.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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