Dos mil inmigrantes vagan por Jaén
Los parados andaluces ocupan el sitio de los extranjeros en los olivares - El Gobierno critica la nula implicación de los empresarios en los alojamientos
Apenas superan los 20 años de edad pero su rostro es el fiel reflejo de una vida tan azarosa como injustamente correspondida. Mamai Saidou y su compatriota Mamai Diallo, ambos de Guinea Bissau, miran con atención un cartel que cuelga de la estación de autobuses de Jaén en el que se ofertan cursos gratuitos de formación para el empleo a trabajadores en activo. La palabra empleo ha sido la que ha despertado el interés de estos jóvenes inmigrantes, aunque saben que esa meta es, hoy por hoy, un sueño casi inalcanzable en una provincia que se prepara estos días para recoger la aceituna de sus 60 millones de olivos.
La crisis económica en otros sectores y el hecho de que el olivar sea ahora la única campaña agrícola en el país ha empujado desde diversas provincias españolas a más de 2.000 inmigrantes, según reconoce la Subdelegación del Gobierno, hasta Jaén, donde se han encontrado con que los excedentes de mano de obra local los hace este año innecesarios en los tajos. Han llegado tantos en tan poco espacio de tiempo que han colapsado los albergues y, aunque varios ayuntamientos han habilitado dispositivos de emergencia, son muchos los que tampoco han tenido un techo donde cobijarse y protegerse de las temperaturas bajo cero de las últimas madrugadas.
"Llevo 20 días durmiendo en la calle y si no trabajo pierdo el permiso"
"Los albergues no pueden suplir la obligación del patrón con los temporeros"
Centenares de extranjeros no tienen dónde cobijarse del frío
Los ayuntamientos ofrecen billetes de autobús hacia otros pueblos
Saidou ha llegado a Jaén desde Lérida y Diallo lo ha hecho desde Almería, donde han trabajado en la agricultura. Les han dicho que no hay trabajo en la aceituna, pero ellos se resignan a abandonar Jaén y buscan una plaza en uno de los dos albergues que acogen a temporeros en la capital, uno de ellos un antiguo convento habilitado por Cáritas como solución de urgencia. Entre las decenas de inmigrantes que se agolpan en la estación de autobuses de Jaén está también Abdellah Nouzi, un marroquí de 35 años que fue de los primeros en llegar. "Llevo 20 días durmiendo en la calle, pero lo que me preocupa es que si no tengo trabajo perderé mi permiso de residencia en España
[han de acreditar al menos seis meses al año] y, entonces, ¿qué será de mí?".
"La presión de la inmigración es consecuencia de la situación económica, la gente está desesperada y vienen a pesar de que se les dice que no hay trabajo", sostiene el subdelegado del Gobierno en Jaén, Fernando Calahorro, que considera que la mayoría de los 2.000 atendidos en la provincia entre el jueves y viernes pasado -una cifra que puede crecer conforme se acerca el inicio de la campaña- tienen permiso de residencia. Las 800 plazas que ofertan la veintena de albergues públicos de la provincia, donde la permanencia se limita a cinco días, están al completo desde que abrieron y, por eso, en muchos pueblos se han activado dispositivos de emergencia. Para quitarse esa presión los ayuntamientos se afanan por pagarle los billetes de autobús a los inmigrantes para que se vayan a otros pueblos.
"Hemos vuelto a fracasar. Estamos ante un problema de asistencia social porque la situación se ha desbordado", reconoce el secretario de UGT en Jaén, Manuel Salazar, en alusión al nulo efecto que han hecho los mensajes institucionales de que la mano de obra en la aceituna ya estaba cubierta con los trabajadores locales y los excedentes de otros sectores, principalmente la construcción. Más de 15.000 parados andaluces se han inscrito en un registro novedoso del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) para participar en la campaña del olivar.
La Subdelegación del Gobierno dice que ha intensificado la vigilancia y la inspección en los tajos y también se han iniciado los trámites para la expulsión de muchos sin papeles que deambulaban por la provincia. Calahorro admite que han aumentado los robos "ligados a la supervivencia".
El subdelgado del Gobierno es de los pocos políticos que se atreve a decir en alto lo que muchos otros piensan y callan: la falta de implicación de los empresarios en el alojamiento de los inmigrantes. "Los albergues no pueden suplir su obligación de ofrecer alojamientos dignos".
"Que quede claro que la mayoría de los empresarios ofrece casas dignas a los temporeros aunque no estemos obligados en el convenio del campo", asegura Luis Carlos Valero, de la patronal Asaja. Calahorro cree que la solución vendría por la contratación en origen de contingentes, como ocurre en Huelva.
La estampa de miles de inmigrantes deambulando por el mar de olivos de Jaén en busca de trabajo se repite año tras año, los trabajadores que en los últimos años han realizado las faenas que rechazaban los autóctonos.
La campaña de la aceituna en Jaén
- Comienzo. A partir del 1 de diciembre.
- Jornales. 8 millones (46 euros por jornal)
- Valor bruto de la producción. 1.342 millones.
- Trabajadores. Unos 100.000.
- Albergues de temporeros. 20 (800 plazas).
- Inmigrantes que han trabajado en otras campañas. Alrededor de 7.000
- Parados andaluces inscritos este año. 15.000
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