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El frenazo de la inflación en noviembre alivia la factura de las pensiones

El alza de precios cede casi tres puntos desde el máximo de julio, hasta el 2,4%

Manuel V. Gómez

La inflación, el terrible fantasma del verano, se ha convertido en el amigo de hoy. Su frenazo es de los que hacen historia. Si en julio los precios crecían a un ritmo anual del 5,3%, en noviembre lo han hecho al 2,4%, según el Instituto Nacional de Estadística. El parón gana en espectacularidad si se observan sólo los dos últimos meses: 2,2 puntos menos que en septiembre. Pero este dato no esconde el mal comportamiento de los precios a lo largo del año, de modo que hasta noviembre la inflación media es del 4,4%.

Con todo, una subida de precios en noviembre del 2,4% no exime a la Seguridad Social de revisar las pensiones para compensar la pérdida de poder adquisitivo en 2008. A comienzos de año se aplicó una subida del 2%, según la inflación prevista. El instituto público estima que cada décima de desviación al alza implica un desembolso de 78 millones. Esta cantidad hay que multiplicarla por dos, pues se consolida para 2009 en la paga mensual. En total la Seguridad Social tendrá que desembolsar 624 millones, bastante menos de los más de 3.000 millones con el dato del año anterior.

La Seguridad Social pagará 624 millones para actualizar las prestaciones
La tasa de paro española, un 12,8%, es la más alta de la Unión Europea

Esta cantidad no es definitiva. El dato conocido ayer es el adelanto del IPC armonizado -el homologable con la Unión Europea-, mientras que la referencia utilizada en la actualización de las pensiones es el IPC definitivo que se publicará el próximo 12 de diciembre. No suele haber apenas diferencias entre ambas cifras.

El escenario altamente inflacionista no se ha esfumado por la entrada en juego de nuevos protagonistas, sino por su evolución inversa. En la escalada de precios anterior, los alimentos y la energía interpretaron un papel destacado; en el frenazo ambos vuelven a destacar. Esto es fácil de comprender sólo con observar la evolución del petróleo. El pasado 11 de julio el barril de brent, el referente europeo, se pagaba a 147,5 dólares, mientras que ayer su precio rondaba los 52.

Con estos datos, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, cuantificó ayer la bajada de 1,2 puntos en la evolución de los precios este mes: un punto corresponde a la energía y 0,2, a los alimentos. Según Solbes, eso demuestra que era "cierta" la tesis del Gobierno de que el alza de precios era consecuencia del encarecimiento temporal del crudo y los alimentos, informa Lara Otero.

El análisis del ministro de Economía coincide con el efectuado por los expertos. José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, señala sobre todo al petróleo. Cuando habla de los alimentos, explica que su aportación al dato global está marcada por la gran subida del año anterior. También Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales, señala al crudo principalmente.

La distensión de precios ha favorecido la reducción de la diferencia entre la inflación española y la europea. En los últimos cuatro meses ha pasado de 1,3 puntos a 0,3, ya que ayer Eurostat publicó el dato armonizado de la zona euro para noviembre, un 2,1%. Esto permite no agravar excesivamente uno de los problemas endémicos de la economía española: su falta de competitividad.

Por otro lado, y mostrando un rostro más negativo, también ayer Eurostat informó de la tasa de paro en la UE. En esta estadística, España volvió a mostrarse como el peor alumno europeo, con un índice de paro del 12,8% (la última EPA lo situó en el 11,3%), frente al 7,7% de la zona euro.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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