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Camps elude hablar de Ciudadanía y del malestar del sector educativo

Luna: "Ha decidido que todos los centros tengan su cruz, que es Font de Mora"

Tras semanas de protestas de la comunidad educativa y en vísperas de una manifestación, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, optó ayer por la táctica del avestruz en la sesión de control de las Cortes Valencianas. Sólo que en vez de excavar un agujero optó por envolverse en los mismos argumentos de gestión que viene utilizando desde hace meses para eludir la pregunta inquisitorial del portavoz socialista Ángel Luna: "¿Qué medidas piensa adoptar para poner fin al conflicto del sistema educativo?"

Así, Camps argumentó que hay más de 100.000 niños inmigrantes escolarizados, que pronto inaugurará el centro escolar número 300, que ha bajado la ratio profesor alumnos, que ha invertido 4.500 millones, que en ningún sitio hay más jóvenes que siguen estudiando... Pero ni una palabra sobre el contenido de la supuesta moratoria anunciada en la decisión de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés, ni de las deficiencias que asfixian la red pública.

El jefe del Consell dice que el PSPV tiene un discurso radical e ideológico
Compromís acusa a Cotino de opacidad en la adjudicación de residencias

"Ustedes suben aquí y nunca contestan", dijo Luna, que acusó al jefe del Consell de haber deteriorado "conscientemente" la red pública de educación. "No dicen qué van a hacer con la moratoria y si no lo hacen darán la razón a quienes creen que es una maniobra para dividir", continuó el portavoz socialista, que aseguró: "Conociendo sus convicciones religiosas, usted ha decidido que todos los centros tengan su cruz, y esa cruz es [el consejero de Educación, Alejandro] Font de Mora".

El presidente de la Generalitat replicó invistiéndose en defensor del inglés. "El inglés es fundamental para el futuro de los jóvenes". Y sobre esta premisa planteó un debate con tintes surrealistas. "¿Por qué el Partido Socialista no quiere que los niños aprendan inglés? ¿Por qué se oponen a que haya una asignatura en inglés y a que la Generalitat colabore con el Gobierno haciendo que el inglés sea una realidad en el sistema educativo?", prosiguió, "ustedes se han ido por el discurso de la radicalidad y la ideología". Y como no hay estructura teatral sin presentación, nudo y desenlace, concluyó: "Propongo que colabore para que en breve tiempo los niños sepan tanto inglés como castellano y valenciano".

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En las repreguntas del Grupo Socialista al Gobierno valenciano quedó claro que, aunque la Consejería de Educación ha contratado 188 maestros de inglés para educación infantil, sigue sin cubrir las necesidades de este ciclo. Y también que hay barracones desde hace años en centros, aunque sean "casos muy puntuales que tienen que ver con la gestión del suelo".

El consejero de Educación aprovechó sus respuestas para elogiar el interés de Camps por el inglés y se atrevió a mencionar la moratoria. "Dialogamos ante una petición de moratoria y lo hacemos con quienes tienen capacidad de hacerlo".

Mónica Oltra, diputada de Iniciativa y portavoz de Compromís, preguntó por las inversiones destinadas a mejorar la condición de vida de las personas con discapacidad. Y Camps respondió con la cifra de 400 millones de euros, que en 2009 supone crecer el doble de lo que crece el conjunto del presupuesto de la Generalitat.

Pero Oltra, que no se cansa de repetir que el presidente vive en Mundo Ilusión, saltó por encima de la cifra y fue a reclamar lo que piden los discapacitados y sus familiares en la calle. La portavoz soltó una retahíla de propuestas, demandadas por los principales colectivos de discapacitados, y retó a Camps a ponerlas en marcha. Luego lanzó dos cuchillos. "Le pido sensibilidad para que sea el presidente de todos los valencianos y no sólo de los poderosos", el primero. El segundo se lo reservó al vicepresidente de Bienestar Social, Juan Cotino, al que acusó de colocar en un "cuarto oscuro" las adjudicaciones de las residencias para la tercera edad, en las que Gerocentros del Mediterráneo -empresa participada por la familia de Cotino- ha sido la principal adjudicataria de la construcción de nuevos centros con el PP.

Camps concluyó que Zapatero no financia adecuadamente la ley de Dependencia e insistió en que su Gobierno ha multiplicado por dos las inversiones a este colectivo.

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