Alborch hace propuestas a Barberá para votar las cuentas

Los presupuestos de Valencia para 2009 superaron ayer el trámite de la comisión de Hacienda con los votos favorables del PP, que tiene mayoría absoluta en el Ayuntamiento, y la abstención del Grupo Socialista. La oposición deja así la puerta abierta a un consenso que le permita un apoyo explícito a finales de diciembre en la aprobación definitiva de las cuentas. El posible acuerdo dependerá de la respuesta del PP a las peticiones planteadas por la portavoz, Carmen Alborch, y el concejal Juan Ferrer en una reunión celebrada el lunes con la alcaldesa, Rita Barberá, y el responsable de Hacienda, Silvestre Senent.

La oposición confía en lograr un pacto en torno a medidas concretas que fomenten el empleo, como la puesta en el mercado del suelo municipal para la construcción de vivienda protegida y el rescate de hipotecas que eviten a las familias perder sus pisos. Otra de las peticiones se refiere a la exigencia de cobrar a la Generalitat una nueva liquidación de los impuestos de construcción del Oceanogràfic y la Ciudad de la Justicia, que no se calcularon bien, según el PSPV, y supondrían un ingreso de 45 millones de euros en tres años. Ferrer insistió también en la opción de incrementar los ingresos con el contrato-programa de transportes con el Gobierno, que supondría 40 millones más para la EMT siempre que el Consell ponga su parte.

El teniente de alcalde, Alfonso Grau, no tardó en echar un jarrón de agua fría sobre el intento socialista de acercar posturas. Según Grau, la pretensión del PSOE de apoyar los presupuestos de administraciones donde no gobierna es una "frivolidad" y una "estupidez". "Cada presupuesto se elabora con arreglo a los planteamientos ideológicos y a las prioridades políticas del gobierno de cada lugar", alegó Grau para desairar la oferta. "Hemos pasado del no habitual de otros años a la abstención", añadió. Alborch lamentó estas declaraciones y defendió que "el diálogo" para los presupuestos "es un ejercicio de responsabilidad cuya principal destinataria es la ciudadanía". La "prioridad" de afrontar la crisis exige un esfuerzo de los partidos para que el presupuesto sea aprobado "con el máximo consenso posible", subrayó la portavoz.

Ferrer, por otro lado, insistió en que el PP sigue acumulando facturas "sacadas de los cajones". La comisión de Hacienda reconoció ayer otros 8,8 millones de euros a pagar, con lo que los recibos atrasados que emergen este año suman 57,3 millones, más que los años anteriores.