Saura renueva la confianza de la militancia a base de autocrítica

Agachar la cabeza aunque sea un poco, admitir errores y abonarse a la autocrítica acabaría con más de un líder político en muchos partidos. No es el caso de Iniciativa per Catalunya Verds, como ayer se comprobó en su congreso de Sabadell. El líder ecosocialista, Joan Saura, salió airoso del examen a su gestión al frente del partido a base de admitir que no se ha dedicado suficientemente al cargo y de prometer que pisará más la calle a partir de ahora. "Tendréis más presidente", garantizó a la militancia.

El 92% de los presentes en la votación apoyó la gestión de Saura, que prometió un mayor perfil de Iniciativa en el Gobierno catalán y más coordinación entre partido y Ejecutivo. Saura logró contentar a los críticos o, como mínimo desactivarlos, sin hacer concesiones que puedan desestabilizar el Gobierno catalán.

A los soberanistas encabezados por el eurodiputado Raül Romeva y el alcalde de Cerdanyola, Antoni Morral, el plenario les aprobó la enmienda que aboga por que Cataluña disponga de un "Estado propio dentro de un Estado federal y plurinacional". A los impulsores del manifiesto ICV ¡Que es noti!, molestos con el seguidismo de la coalición al PSC, se les aceptó otra enmienda que, sin cuestionar la apuesta por pactos de izquierda, deja la puerta abierta a quedarse en la oposición si las condiciones de pacto son injustas.

También hubo un gesto hacia los militantes de las tierras del Ebro, muchos de los cuales estuvieron al borde de romper el carné del partido durante la crisis de la sequía, cuando el consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar apoyó trasvasar agua del Ebro a Barcelona. Ayer ICV se reafirmó como partido antitrasvases. Baltasar, sentado en primera fila, evitó mediar palabra. Eso sí, tuvo que escuchar cómo Saura volvía a admitir "errores de gestión" en la sequía.

La ley de Educación que tramita el Parlament y a la que ICV se opone por no dejar suficientemente claro el papel de "servicio público" de la escuela también dio combustible a los ecosocialistas para marcar perfil. De hecho, aprobaron una resolución que promete generar polémica. En el texto los ecosocialistas llaman a "participar" en las movilizaciones convocadas contra la Ley de Educación. Eso sí, para no molestar excesivamente a sus socios de Gobierno, ningún consejero participará en estas protestas. Fuentes ecosocialistas recordaron también que no participarán en ninguna manifestación, sino en actos de carácter festivo como el previsto para el próximo domingo y que han organizado algunos de los firmantes del Pacto Nacional de la Educación.

Todas estas concesiones evitaron sustos a la dirección y permitieron que la asamblea transcurriera plácidamente. El absentismo registrado en el cónclave es la muestra más clara de que el debate estuvo adormecido o de que el grado de conflictividad es escaso, casi nulo. Y es que de los 880 delegados acreditados ayer sólo la mitad se presentaron a la votación del informe de gestión. Al final, 448 delegados votaron a favor de la gestión de Saura; 2 lo hicieron en contra y 35, en blanco, como propugnaba la corriente crítica Manifest de Maig. El absentismo no se vio sólo a la hora de las votaciones. De hecho, la sala de plenario ha permanecido medio vacía durante toda la asamblea, en especial las filas reservadas a los delegados del Pirineo y de las tierras el Ebro.