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Reportaje:

Exprimir el sello hasta el cielo

Arquitectos de prestigio descienden de los edificios para subirse a los objetos cotidianos, como Zaha Hadid y su jarrón para la firma italiana Alessi

Anatxu Zabalbeascoa

A mediados de los años ochenta Alberto Alessi lanzó al mercado un experimento posmoderno. Encargó a un grupo de arquitectos el diseño de un juego de café. Eran las vedettes del momento: Michael Graves, Arata Isozaki, Alessandro Mendini, Óscar Tusquets y hasta Frank Gehry firmaron cafeteras. El resultado fue espectacular: en pocas tazas era posible beber. Y sólo una tetera logró no regar el plato y la mesa en su camino hasta la taza (la de Tusquets).

Sin embargo, todas se vendieron. La edición limitada se agotó. Y el empresario italiano tomó buena nota. Había descubierto el filón del fetichismo de los arquitectos. Esto es: la capacidad de admirar el diseño de un reloj ideado por uno de los suyos al margen de la precisión del mismo.

Hace 20 años que la firma italiana Alessi investiga con objetos cotidianos ese fetichismo que parece haber traspasado ahora la frontera de la profesión. Los consumidores celebran los pimenteros minimalistas de Peter Zumthor tanto como los platos sinuosos de Maximiliano Fuksas. Hasta tal punto triunfan los arquitectos en Alessi que casi todos han ido pasando por su factoría. Nombren a uno: Future Systems, Jean Nouvel, Kazuyo Sejima, quien menos ha diseñado una cucharita para la colección de la empresa italiana.

Pero Alessi parece pensar que el sello de los arquitectos puede dar mucho más de sí. Sobre todo cuando la marca es muy reconocible. Así, al margen de los encargos a arquitectos de prestigio mundial, ha decidido abrir dos nuevas líneas. A Zaha Hadid le ha encargado una serie limitada de jarrones acabados en oro, Crevasse, que, por 250 euros, entran de lleno en el tan actual design art, el diseño que se vende en galerías.

Y no contento con salir de los grandes almacenes, Alessi se ha atrevido con algo más difícil: ha intentado poner a trabajar a los muertos. Su último lanzamiento es la versión en bolígrafo de las míticas cafeteras La Conica y La Cupola del desaparecido Aldo Rossi.

Se trata, naturalmente, de una versión de su antiguo ayudante, Claude Zuber, porque, comprenderán, alguien fallecido puede necesitar cierta ayuda antes de volver a diseñar.

Cuenta Alberto Alessi que el diseño se remonta al año 1984. Que fue una idea de Aldo Rossi, pero que entonces su empresa no tenían la tecnología apropiado para desarrollarlo. Hoy lo lanzan, con la tecnología de Mitsubishi, y consiguen, por fin, viajar en el tiempo.

Bolígrafos inspirados en las cafeteras <i>La Conica</i> y <i>La Cupola</i> de Aldo Rossi.
Bolígrafos inspirados en las cafeteras La Conica y La Cupola de Aldo Rossi.
Jarrón de Zaha Hadid, ambos diseños para Alessi.
Jarrón de Zaha Hadid, ambos diseños para Alessi.

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