A pan y agua
Ya está. Que si Bush no le había invitado, que si qué vergüenza. Nada, tranquilidad. Zapatero se fue a la dichosa cumbre del G-20 y santas pascuas. Aunque todo siga como estaba o peor, pero todos contentos. O eso parece por lo menos. Tanta historia para que al final todo se reduzca a un cambio de cromos.
- Si le dices a Jorge que me invite a su fiestuqui, te hago un regalo -le dice Joselu a Nicolás, que es su vecinito, con una novia muy guapa. Y va Nicolás, que es un espabilado y un poco chulo y le dice a Jorge:
- Oye, que si no viene éste yo no te cambio este cromo, y te meo en el portal.
- Jopelas. Pero es que, el Joselu ese no me cae bien. Me birló unos soldaditos...
Y pasan los años y no crecen, siguen igual. Aunque mirando las fotos de este grupo de importantes se te queda una cara de imbécil que no puedes con ella, porque al final tanta carrera política, tanta pelea, tanto mover la diplomacia internacional y para qué. Para que nos cuenten (eso si, con cara de serios, porque añade valor a la intervención) que han llegado a la determinante conclusión de que ante la crisis hay que hacer algo.Ya, sí, claro. Pero ¿qué?
Yo no me enterado muy bien, pero creo que para empezar han decidido que, ante el período de incertidumbre que se avecina, hay que aplicar la máxima de que no hay que perder el espíritu infantil, de que hay que sacar el niño que llevamos dentro. Y ya está. ¿Que duele? Pues a poner una tirita. Como la ponen los niños en la barriga ante un dolor de tripas, y fuera pupas. Por lo menos, con esa cara de satisfacción salen en la foto los veinte más importantes del planeta.
Y mirando sus sonrisas, no puedo reprimir el espíritu matemático (ese que jamás tengo), y se me ocurre calcular lo que habrá costado esa foto. Los viajes, los hoteles, los asesores, los guardaespaldas, los regalos, la seguridad, las comidas... Menudo viaje de fin de curso. La de boletos con cesta de navidad virtual que habrán tenido que vender el Jorge, el Nicolás, el Joselu y la Angelita para costearse semejante par de días en Uaxinton.
Nuestra abuela, que era muy práctica, tenía la sabia teoría de que los problemas en el mundo se solucionarían si encerrasen en un cuarto oscuro, y "a pan y agua", a todos los mandatarios del mundo hasta que arreglasen todas sus diferencias. De esa reunión sí que saldría una buena foto. Ahí si que habría tiritas de verdad, y seguro que no posarían tan como si no pasara nada, ni tan simpáticos, ni tan amiguetes. ¿Se pelearían por ir a la cumbre G-20?
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