Casuística de fosas

En ocho años de trato con jueces de primera instancia de prácticamente toda España, las asociaciones para la recuperación de la memoria histórica han visto y oído de todo. "Casi todos los jueces se han quedado estupefactos cuando hemos ido a pedirle la apertura de una fosa. A partir de ahí, muchos han guardado silencio, muy pocos se han opuesto y algunos incluso han venido a la fosa y han cargado al Estado las pruebas de ADN", explicó Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. "Hubo incluso una juez que nos preguntó si queríamos que interrogara a alguien, pero en aquel caso no había nadie a quien interrogar. En otra ocasión, un juez nos preguntó directamente: '¿Qué queréis que haga?'. Esto no es algo que estudien en la oposición".

En Talavera (Toledo), Segovia, Sahagún de Campos y Villablino (León), los jueces facilitaron las pruebas de ADN. En otros lugares, como Castropol (Asturias), la juez denegó el permiso. "La abrimos de todos modos. Igual que pensábamos abrir las que autorizó Garzón y paralizó la Audiencia". "Muchos han sobreseído la causa pero nunca ha sido impedimento para hacer la exhumación. En general, la experiencia que tenemos con los jueces es positiva, pero no sabemos qué puede pasar ahora", añadió Fernando Magán, abogado de las asociaciones.