Ferrer, en la encrucijada
El alicantino, discutido y en mala racha, responde como líder español tras una irregular temporada
El Grupo Halcón de las fuerzas especiales de la policía se encargó de la entrega. Aparecieron con la cobertura de un helicóptero militar y pertrechados con chalecos antibalas, cascos de asalto y metralletas. Camuflados y con el dedo en el gatillo. Llevaban el trofeo de la Copa Davis hasta el Polideportivo Islas Malvinas. Fue el martes, y la presencia de tanta arma anunció batalla. Guerra por la Davis. España se la disputa desde mañana a Argentina sin haber decidido a quién alista y con su mejor jugador por clasificación, David Ferrer, discutido y en mala racha: ha ganado tres partidos desde mediados de septiembre y ha pasado del número cinco mundial al 12. Ferru, imbatible a finales de 2007, lleva tiempo sin disparar las mismas balas.
Desde septiembre ha ganado sólo tres partidos y ha pasado del número 5 al 12
"Físicamente está perfecto, muy rápido", dice Javier Duarte, director deportivo
"Más que hablar", dice Javier Piles, su entrenador, "he tenido que reflexionar con él y hacerle ver que debe saber lo que quiere, lo que conlleva estar ahí arriba con los mejores semana tras semana, los viajes, el sufrimiento...". "Son muchos años. David ha pasado por muchos sitios importantes, por objetivos relativamente cumplidos a su modo de ver. Ha habido falta de motivación en algunos sitios y, además, los ciclos físicos van y vienen. También lo comprendo", continúa; "a los jugadores hay que buscarles motivaciones para que sigan compitiendo porque el nivel de exigencia es muy alto. Me pongo en su piel porque sabemos que físicamente tiene que estar muy bien para estar a la altura de los mejores, aunque tenga mucha calidad. Él sabe que puede estar ahí. No hay que engañarle ni venderle una moto. Lo ha demostrado. Para eso hay que entrenarse a tope todos los días y estar mentalmente preparado".
Piles habla con orgullo de Ferrer. Llevan toda la vida juntos, resolviendo un misterio: descubrir si Ferrer es el tenista iracundo que grita a su técnico en los malos partidos -"¡vete!, ¡vete ya!, ¿no ves lo mal que estoy jugando?, ¡si te voy a pagar igual!"- o el jugador amable, sencillo y más que tímido. "Sus comentarios", dice Piles, "eso de que es el peor top ten o el peor top cien de la historia, son comentarios que, caramba, a lo mejor de tan repetidos se los puede creer. David no saca a 200 kilómetros por hora. Los recursos suyos están en el aspecto físico y, a partir de ahí, en desarrollar su calidad".
Ausente Rafa Nadal por lesión, el equipo español vive pendiente del alicantino, protagonista de un curso de altibajos, complicado también por los vaivenes de la vida. Hoy, hermanado con sus compañeros con cenas como la del cumpleaños de Fernando Verdasco en La Farola del Puerto, se debate su estado de forma, por más que domine en sus enfrentamientos particulares a David Nalbandian (6-3) y Juan Martín del Potro (2-1). Hace poco más de un mes, en Tokio, Delpo ganó 6-1 y 7-5 al español. La victoria no le dejó tranquilo: esa misma semana, en una pista de entrenamiento más rápida, Ferrer "le pasó por encima".
"No se considera el líder porque es un jugador de equipo total", cuenta Javier Duarte, director deportivo de la federación; "ha trabajado muy bien porque llegó muy bien de físico. Ha hecho cargas de trabajo muy duras y está con confianza. Físicamente, está perfecto. Está muy rápido, con muy buena actitud. Está bien preparado".
España mira a Ferrer ante la final que empieza mañana. "Realmente, me siento bien, con muchas ganas. Estoy muy motivado. Lo vamos a dar todo. Sin duda". Habla Ferrer. Le observa Emilio Sánchez Vicario, el capitán. Y frente a su hotel, hoy, entre grandes medidas de seguridad, se sortea el orden de juego. Esto es Argentina. Aquí, a la Copa la rodean de precintos, notarios y policías. Mañana empieza el duelo.
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