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Columna
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La guerra de los nombres

Ya está armada otra vez. Acabada (momentáneamente) la guerra de las banderas, se inicia ahora la contienda de los nombres. Ha bastado con que nuestros futbolistas exijan el uso de la denominación "Euskal Herria", en lugar de "Euskadi", como requisito para defender la camiseta de la tricolor, para que la política vasca muestre su ya conocida tendencia al vodevil.

Las reacciones al plante de los jugadores no se han hecho esperar, con argumentos para todos los gustos. Desde que el nombre de Euskal Herria no está recogido por la legalidad vigente (me parece que el de "selección del resto del mundo" tampoco), hasta que su empleo denota una sumisión a la izquierda abertzale. La portavoz del Ejecutivo easco nos recuerda que el término histórico para la selección es Euskadi, ya que bajo este nombre actuó el combinado que durante la guerra civil sirvió de embajador al Gobierno de José Antonio Aguirre.

Acabada (de momento) la guerra de las banderas, la política vasca muestra su tendencia al vodevil

Es curioso cómo cambia la percepción que tenemos respecto a los nombres. Ahora parece que "Euskal Herria" se ha vuelto tabú y que lo políticamente correcto es "Euskadi". Recuerdo que en los últimos años del franquismo en las tiendas de souvenirs de Donostia no existía ningún problema con la denominación Euskal Herria (entonces considerada inocua), mientras que la de Euskadi (dotada de una fuerte carga reivindicativa) estaba prohibida. Para obtener una pegatina con esta palabra era preciso cruzar la frontera. Treinta años después, la situación parece ser la contraria.

Euskal Herria es el nombre del país del euskara, con el que los vascos (al margen de la existencia o no de realidades políticas concretas) se han referido tradicionalmente a su tierra. Ya lo utilizaba Lazarraga en el siglo XVI y el bardo Iparraguirre en el XIX. También el Athletic emplea dicho término en su himno ("Euskalerriaren erakusgarria").

A los futbolistas se les echa especialmente en cara que adoptan una denominación de la que la izquierda abertzale parece haberse apropiado en su discurso. Sin embargo, se olvida que ETA es el acrónimo de "Euskadi Ta Askatasuna", por lo que siguiendo la misma lógica también este término estaría contaminado. Curiosamente, el propio lehendakari participó el pasado 25 de octubre en un acto reivindicativo bajo el lema "Euskal Herria Bakea bai Erabakia bai".

El problema de fondo creo que es otro. Si con los partidos de la selección vasca, lo único que se pretendiese fuera que el combinado autonómico disputase su partidillo anual, tal y como lo hacen los equipos representativos de Cantabria, Andalucía u otros territorios, lo lógico sería que se utilizase el término Euskadi y que sólo se convocase a futbolistas (nacidos o residentes) de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. La cuestión es que los partidos de la tricolor se han convertido también en un acto de masas festivo-reivindicativo a favor de que el País Vasco cuente con selecciones con capacidad de estar presentes en competiciones oficiales. A esta fiesta deportiva se han venido sumando habitualmente jugadores navarros y de Iparralde, sin que ello suponga necesariamente que se sientan ciudadanos de la CAV. ¿Cómo habría que llamar a ese conjunto? ¿Selección de Euskadi, Navarra y País Vasco francés? Euskal Herria es más corto.

¿Qué tipo de partidos desea organizar en el futuro la Federación Vasca? Si se trata únicamente de encuentros no reivindicativos parangonables a los que se disputan en las otras autonomías del Estado, evidentemente, debería insistir en la utilización del término Euskadi, aunque esto conlleve el riesgo de que la asistencia a San Mamés se vea mermada considerablemente. Si, por el contrario, el objetivo es ver las gradas llenas, quizá la Federación debería de atender la demanda de los futbolistas.

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