"La 'casa' seguirá en forma"
José Guillermo Zubía ha asegurado la continuidad en la cúpula de la confederación empresarial durante 13 años
José Guillermo Zubía, vitoriano nacido en Sevilla en 1946, vuelve la vista atrás y ve en la historia de Confebask, de las organizaciones empresariales vascas, su vida profesional. Si mira al frente reconoce sin nostalgia que su época llega a su final. Pero cuando se le pregunta por los riesgos que puede entrañar para la confederación empresarial su salida de la secretaría general, contesta tajante: "Niego la mayor". Zubía no quiere ni oír hablar de que su papel haya sido el de aglutinador de patrones. Tan solo reconoce un "mérito": "Trabajar con los más inteligentes".
A Zubía todo el mundo le llama Pepe y le reconoce los logros que él niega. Asegura que su marcha, en tres años, se hará "con tiempo y normalidad", y que "la casa seguirá en forma". Lo incluye dentro del necesario relevo generacional que debe llegar a Confebask. Hasta entonces debe seguir lidiando con el día a día.
"No se entiende el desarrollo de Euskadi sin los empresarios"
El secretario general de Confebask accedió al cargo hace trece años, con Baltasar Errazti de presidente. No ocupó el puesto por un golpe de suerte. Procedía de la patronal alavesa (SEA), a la que llegó en sus orígenes. Reclutado en Madrid para poner en marcha las asociaciones empresariales vascas, ha participado en un largo viaje de 30 años desde el principio. Zubía tiene muy claro que la patronal debe ser una organización "plural y de discurso político corto", y que su fin es "defender intereses económicos, y no políticos". Con estas premisas ha sabido moverse y lidiar con empresarios nacionalistas y no nacionalistas; y con presidentes cercanos al PNV como el actual, Miguel Lazpiur, y con otros enfrentados con el partido que gobierna desde las primeras elecciones autonómicas, como Román Knörr.
Detrás de una poblada barba se esconde un profesional que ha experimentado el terror de ETA como pocos. Ha visto secuestrar y asesinar a empresarios. Ha visto su propia vida amenazada y la muerte en atentado de amigos como el ex vicelehendakari y líder de los socialistas alaves es Fernando Buesa o el presidente de Adegi, José María Korta. Si se le pregunta por la dureza del terrorismo y el mérito de haber aguantado, responde en plural: "Aquí estamos. El mérito es seguir al pie del cañón y de modo ejemplar. No se entiende el desarrollo de Euskadi sin los empresarios. Superar las dificultades de las empresas ha sido superar el terrorismo".
Prefiere pasar de puntillas por los momentos de división de la patronal. Afirma que no merece la pena "especular" sobre el pasado. Defiende a Confebask como patronal de patronales, con un papel fundamental de representación institucional. No ve rivalidad con las tres territoriales (Adegi, Cebek y SEA), de las que dice que desempeñan una labor de prestación de servicios en el día a día. Asegura que las tensiones territoriales están "más diluidas" que en la propia sociedad y que las desavenencias se resuelven internamente.
Zubía, aficionado al buen vino y a la montaña, ha estado siempre en la foto. Como cara del empresariado, se convirtió en el máximo defensor del Concierto Económico en España y en Europa. No dudó en ponerse la toga y participar como letrado en uno de los múltiples juicios que sobre incentivos fiscales se desarrollaron en el Tribunal de la Unión Europea en Luxemburgo. Mañana, con el respeto institucional que es propio de los empresarios, encabezará la comitiva que recibirá al Rey para celebrar el 25 aniversario de Confebask.
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