Ford Almussafes sólo trabajará cinco días en todo el mes de diciembre
La mayor fábrica valenciana ensaya fórmulas para evitar un despido colectivo
La planta de Ford en Almussafes, la mayor fábrica valenciana, sólo estará en marcha cinco días en diciembre. La medida anunciada ayer por la empresa se suma a los tres días de paros previstos este mes. La causa es conocida: las ventas han caído en picado, los concesionarios no son capaces de almacenar más vehículos, y la factoría trata de producir únicamente aquellos coches que se venden. Suspender la fabricación permite evitar, por el momento, un despido colectivo o una ampliación del Expediente de Regulación de Empleo temporal (ERE) que afecta ahora a un millar de los cerca de 7.000 trabajadores de la fábrica. UGT, sindicato mayoritario en la planta, respalda la decisión de la empresa, a falta de concretar la fórmula bajo la que se realizarán los paros. Todas las opciones barajadas (adelanto de vacaciones y paros técnicos) contemplan el mantenimiento de los salarios. El paro aprovechará las vacaciones navideñas: la producción terminará el cinco de diciembre y se reemprenderá en enero.
Si no cambia la tendencia, en 2009 la crisis afectará a todo el sector
Cuando presentó el actual ERE temporal, en septiembre, la multinacional aseguró que en enero normalizaría la producción con el lanzamiento del nuevo modelo de Fiesta. Pero el empeoramiento de la crisis aconseja poner en cuarentena aquella previsión. UGT ya defendió el sábado, en una multitudinaria asamblea, la búsqueda de fórmulas que eviten la destrucción de empleo y el recorte de algunas de las conquistas laborales alcanzadas. Una posibilidad, dijo su secretario general, Gonzalo Pino, consistía en adelantar las jornadas industriales (días que se cobran, no se trabaja y se descuentan de las vacaciones) de los próximos cinco años. Pino se mostró dispuesto ayer a ampliar su número aún más.¿Qué quiere decir eso? "Que si resulta necesario extender los paros a 20, 30 o 40 días [en diciembre serán 11], que se haga", dice el secretario general de UGT. Pino tiene la vista puesta en lo que ocurra después de las vacaciones de Navidad. Una vez que la empresa ha abierto "la veda" a la búsqueda de fórmulas flexibles para ajustar la producción a la demanda, convendría empezar a planificar el arranque del año que viene, señala.
El diagnóstico que está detrás tanto de las medidas adoptadas por la empresa como de las ofertas del sindicato mayoritario ofrece pocas dudas. El actual ERE, que entró en vigor en octubre y durará hasta diciembre, tuvo su origen en una revisión del volumen de producción de la empresa. Antes de que la crisis financiera se transformara en otra cosa, la multinacional tenía previsto aumentar la fabricación del Focus (el modelo de más éxito de la marca) en Almussafes durante el último trimestre del año: el objetivo era llenar el hueco entre la finalización de fabricación del viejo modelo de Fiesta (que terminó en septiembre) y el lanzamiento del nuevo Fiesta (que tendrá lugar en enero). La caída de ventas hizo inviable mantener el aumento de producción previsto para el Focus, y la multinacional reaccionó solicitando el expediente de regulación.
La carga de producción, y con ella el empleo, debería recuperarse en enero, cuando la planta vuelva a contar con dos modelos. Pero esos cálculos se basan en un nivel de ventas que hoy nadie es capaz de asegurar. Si la empresa sigue con la política actual de fabricar básicamente aquellos coches que tengan comprador, y el mercado no se recupera, serán necesarias nuevas medidas.
UGT está ofreciendo toda la flexibilidad posible para que esos ajustes no supongan destrucción de empleo. En un escenario en que la planta compite por posicionarse bien en el marco del resto de centros de producción que la marca estadounidense tiene en Europa: Alemania, Inglaterra y Bélgica. Almussafes cuenta a su favor con un alto índice de productividad, costes laborales relativamente moderados, y un ambicioso plan de inversiones que ya ha empezado a ejecutarse. Comisiones Obreras también se mostró satisfecha porque en los paros de diciembre, cinco días son de paro técnico (lo que supone que no se descontarán días de futuras vacaciones, como en el caso de las jornadas industriales, y los trabajadores cobrarán por ellos "hasta el último céntimo"). Pero se mostró contraria, en cambio, a adelantar días de "vacaciones normales".
Todo lo que ocurre en Ford tiene un efecto más o menos inmediato en decenas de empresas del sector de la automoción que funcionan, en buena medida, como proveedores de la planta. Así ocurrió cuando se presentó el ERE temporal y así ocurrirá también con el paro casi total del mes que viene. Fuentes del sector señalaron que nada más conocer la última medida, muchas empresas emprendieron las negociaciones para alcanzar acuerdos similares con sus empleados; "la verdad es que si no se están planteando nuevos expedientes de empleo es porque el plazo de tramitación no permite que lleguen a tiempo para diciembre".
El año que viene es otro cantar. Las mismas fuentes aseguraron que, si no hay un cambio de tendencia en las ventas, en el primer semestre se vivirá una sucesión de expedientes de empleo y de reducción de jornada.
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