Cerco a los vampiros del agua
Medio Ambiente paraliza una incipiente plantación de eucaliptos en Doñana
El eucalipto es insaciable. Este árbol de rápido crecimiento se introdujo en España hace más de un siglo para luchar contra los mosquitos y las enfermedades que transmitían. El eucalipto resultaba perfecto para desecar lagunas y charcas y así acabar con ese insecto. Pasados los años se utilizó también para repoblar zonas forestales. Pero hay un problema: este árbol es letal para el entorno. "Cada ejemplar evapotranspira [consume] unos 30 litros de agua al día", recuerda Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana dependiente del CSIC.
Durante años se han erradicado miles de estos árboles del Parque Nacional de Doñana, un complejo sistema en el que el agua es esencial. Pero el riesgo ha vuelto a las puertas de Doñana. A sólo unos metros del límite del parque se empezaron a plantar eucaliptos hace unos días. Y la Consejería de Medio Ambiente ha ordenado esta semana la paralización de los trabajos, llevados a cabo en unas 400 hectáreas de superficie ubicadas entre los municipios Aznalcázar (Sevilla) e Hinojos (Huelva). Se trata de dos fincas -Cochinato y Cerrado Garrido- en las que la empresa Silvasur Agroforestal, filial de ENCE (Empresa Nacional de Celulosas de España), empezó a plantar eucaliptos. Los terrenos, con una extensión total de unas 5.000 hectáreas, están en las marismas de Doñana, aunque no dentro de la zona de protección. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente ha encontrado una fórmula para frenar el proyecto de ENCE: "La empresa empezó los trabajos sin la preceptiva autorización de la Junta", señalan fuentes autonómicas. Se necesitaba un informe favorable de Medio Ambiente porque la GICA (Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental) establece que los terrenos de más de 100 hectáreas, ya sean forestales o agrícolas, están obligados a tener una autorización autonómica para cualquier transformación del terreno. La paralización es cautelar y se mantendrá mientras la empresa no presente el informe preceptivo. Luego se decidirá si es viable o no. Además, Medio Ambiente ha abierto un expediente, que todavía está por ver si acaba en sanción.
"Cada ejemplar de esta especie consume unos 30 litros de agua al día"
Ecologistas en Acción alertó del riesgo que suponía la introducción en la zona de más árboles de este tipo. Según Juan Romero, responsable en Huelva de esta organización, la plantación estaba "destinada a la producción de biomasa, que podía ser rentable gracias a las subvenciones de Fomento de las energías renovables". Sin embargo, "la incorporación de la biomasa a la producción de energía como fuente renovable no puede ser la coartada para la destrucción de zonas de gran valor ecológico con la más que probable afección de espacios de la relevancia de Doñana".
Hiraldo, responsable de la Estación Biológica de Doñana, también se opone a la plantación de este tipo de árboles a las puertas del parque. "Es una barbaridad", sostiene. Cuando se enteró de los planes de ENCE, Hiraldo remitió un informe a la Consejería de Medio Ambiente en el que se afirmaba que esta "especie invasora" supone "un verdadero desastre, pues produce desiertos de vida". Con la introducción de los eucaliptos "los suelos quedan inutilizados para usos agrícolas durante largos períodos de tiempo", señalaba el informe del CSIC.
Hiraldo recuerda en el escrito que hay árboles de izquierdas y de derechas y rememora en su informe las palabras que Carlos Navarrete, antiguo responsable del PSOE en la provincia de Huelva, pronunció en la Cámara Baja en 1979: "El eucalipto es un árbol de derechas porque sólo produce beneficio al empresario. Es genocida porque afecta a la fauna y a la flora. Es anticristiano porque va contra lo que debe ser el idílico paraíso terrenal; y es además un vampiro analfabeto e imperialista".
Hiraldo señala también la contradicción que supondría permitir esa plantación de eucaliptos con el plan que puso en marcha Medio Ambiente contra este tipo de cultivos. Esta consejería inició en 1995 un proyecto para sustituirlos por especies autóctonas como el pino piñonero y el alcornoque en una superficie de 10.000 hectáreas. El problema ahora surge porque los terrenos en los que la Junta ha frenado la plantación están fuera del control de Medio Ambiente. Ecologistas en Acción va a solicitar en la próxima reunión de diciembre del Órgano de Participación de Doñana que la Administración adquiera esas fincas.
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