Borges mira hacia China
El grupo, que dice pasarse la vida "estudiando" compras, abrirá filiales en el gigante asiático y en India
Borges, uno de los principales grupos españoles del sector agroalimentario de capital familiar, ultima un plan estratégico para los próximos tres años que le ayude a culminar su propósito de posicionarse en cabeza entre los operadores de productos propios de la dieta mediterránea. El plan de la compañía controlada por la familia Pont, con una cifra de negocios de 640 millones de euros, tiene tres patas: más innovación, a la que se le ha venido destinando una cuarta parte del beneficio neto; más expansión internacional en las ventas y en el aprovisionamiento, y sobre todo en Brasil, Rusia, India y China, y más entradas en nuevas categorías de productos, siempre dentro del mercado de la alimentación saludable.
Una cuarta parte del beneficio de la empresa se destina a innovación
Éste es el hilo conductor de una estrategia para la que se reservan cerca de 40 millones de euros, en la que sobran los productos de menor valor añadido y que está dirigida a intentar vender más productos con marca propia. Al margen de ese dinero, se contemplan adquisiciones. "Estudiamos siempre posibles compras, que no son descartables en España. Pero vemos más oportunidades en los mercados emergentes", explican fuentes del grupo, que el pasado verano estuvo dispuesto a abrir su capital a un socio financiero cuando pujó por Bertoli y que se echó atrás cuando Sos Cuétara tiró de chequera y puso 630 millones sobre la mesa. "Era demasiado", añaden.
Tras una reordenación que ha implicado la salida de la cuarta generación de la gestión, Borges ha decidido ya que quiere apuntalar su presencia, que siempre asoma a través del aceite, en China e India con filiales propias, que prevé abrir antes de que finalice el año y para las que, en principio, se busca socio local. "Son dos economías en despegue y con gran potencial", reflexionan en la empresa, la mayor exportadora de aceite español envasado y que vende aceites, aceitunas, vinagres, frutos secos o alcachofas.
El crecimiento en Rusia se vehicula a través de ITLV, que distribuye productos mediterráneos y cuya compra se completó en 2007. Otro de sus mercados clave es EE UU, donde, con la marca Star, los productos Borges se venden en cadenas gigante como Wal-Mart. El mercado norteamericano, en el que se hubiera reforzado si Bertoli (líder en el negocio del aceite de oliva en EE UU) hubiera acabado en sus manos, aporta un 18% del negocio. En Francia, Borges pesa mucho tras la compra de la aceitunera Tramier.
La diversificación de producto y el hecho de que un 76% de las ventas (últimamente perjudicadas por la depreciación del dólar y los precios del aceite y la almendra) vengan de fuera del maduro mercado español "ayudan a que la crisis no nos afecte, aunque la alimentación es un sector refugio, menos sometido a la coyuntura", reflexiona Borges, que este ejercicio espera crecer un 10%.
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