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Sanidad denuncia a los ediles que se encerraron para pedir un ambulatorio

Los concejales de Rivas abandonan la protesta tras la intervención del alcalde

La Comunidad de Madrid temía que el encierro de dos concejales socialistas de Rivas-Vaciamadrid en la sede de la Dirección General de Atención Primaria llegase a convertirse en símbolo de la contestación a la política sanitaria del PP en la región. Por ello, la Consejería de Sanidad denunció el jueves por la noche a los encerrados por ocupación ilegal de un espacio público y por allanamiento de morada. El objetivo: que fuese un juez el que ordenase el desalojo del despacho que ocupaban desde el miércoles, acto que el propio consejero de Sanidad calificó ayer de "ilegal".

Pero no será necesaria la intervención del juez. Tras un significativo silencio que se prolongó durante dos días, el alcalde de la localidad, José Masa (IU), pidió a anoche a sus concejales y socios de gobierno que abandonasen el encierro. El regidor dio por bueno el compromiso del consejero, Juan José Güemes, de mantener un encuentro la próxima semana para estudiar la construcción del tercer centro de salud de la localidad. Un acuerdo de mínimos, si se tiene en cuenta que los ediles comenzaron el miércoles su protesta con el firme objetivo de no abandonarla si no había un compromiso "por escrito y presupuestado", intención que había avalado ayer mismo el secretario general del PSM, Tomás Gómez.

"En dos días apenas hemos dormido", contaba anoche Adolfo García
Tomás Gómez acusó a Güemes de maleducado y soberbio

Minutos después de las nueve de la noche, Guillermo Magadán, primer teniente de alcalde de Rivas, y Adolfo García, edil de Salud, acompañados por la directora del área de Salud y Consumo de la localidad, María Ángeles Angulo, abandonaban la séptima planta del edificio que alberga la dirección de Atención Primaria, en la plaza de Carlos Trías de Bertrán, en Madrid. Allí, en una pequeña sala de reuniones, habían permanecido desde la tarde del miércoles.

"En dos días apenas hemos podido dormir. Uno en el suelo, otro encima de la mesa. Si no, sólo podías estar sentado en una silla", relataba anoche, minutos antes de abandonar el encierro, Adolfo García. En su voz empezaba a hacer mella la acumulación de días de encierro. También el hambre. Desde la noche del miércoles, aseguraron los encerrados, una orden expresa de la Consejería de Sanidad impidió que se les hiciese llegar comida o bebida. El agua de los lavabos y "algo de comida" que habían conseguido en el interior del edificio fueron su único sustento.

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Sanidad, sin embargo, negó ayer que existiese orden alguna. "En ningún caso se ha prohibido que se les haga llegar comida o bebida", dejó claro a EL PAÍS el consejero de Sanidad, que aprovechó la ocasión para ironizar sobre la visita realizada a mediodía por el secretario general de los socialistas a los encerrados. "Creo que Tomás Gómez, Maru Menéndez y Lucas Fernández subieron esta mañana a ver a sus compañeros, pero no les subieron ningún bocadillo", señaló. A última hora de la tarde los tres encerrados pudieron recibir algo de comida del exterior, que llegó acompañada de un notario, dispuesto a levantar acta en caso de encontrar algún impedimento.

La visita del líder del PSM a los protagonistas del encierro, en la que estuvo acompañado por alcaldes y responsables socialistas de hasta una decena de municipios de la Comunidad, provocó un enconado enfrentamiento entre Gómez y Güemes. La causa: una conversación telefónica. Aunque no quiso revelar su contenido, Gómez sí explicó que la actitud del consejero durante la conversación había sido "maleducada, soberbia e intransigente". Fuentes socialistas precisaron más tarde que el responsable de Sanidad de la Comunidad despachó al secretario general del PSM con un "Dejad de tocarme los huevos".

Güemes negó ayer categóricamente que faltase el respeto a su interlocutor. "Le he pedido que, en la medida de lo posible, deje de hacer el ridículo", aseguró. Además, lanzó una puya a los socialistas en forma de supuestas desavenencias entre PSOE e IU en el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid. Según Güemes, mientras los concejales socialistas estaban encerrados, él había continuado negociando con el regidor del municipio, de IU.

Las presuntas desavenencias fueron desmentidas poco después por el propio alcalde, que mostró su apoyo total a los dos concejales socialistas y la directora encerrados, aunque les conminó a acabar con su protesta con el objetivo de retomar la negociación institucional. Desde el miércoles, ni el alcalde ni ningún otro edil de Izquierda Unida habían acudido a manifestar su apoyo a Guillermo Magadán y Adolfo García.

Tres días de encierro

- Miércoles, 17.00. Los dos ediles de Rivas y la directora de Salud se encierran en la Dirección General de Atención Primaria.

- Jueves, 20.00. Magadán, García y Angulo aseguran que les impiden recibir comida. La Comunidad les denuncia por allanamiento y ocupación de espacio público.

- Viernes, 12.00. Tomás Gómez visita a los encerrados y les da su apoyo.

- Viernes, 21.00. Abandonan el encierro tras hablar con el alcalde de Rivas.

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